Sobran los videos, tutoriales y consejos sobre las rutinas de cuidado de la piel, el orden en el que se deben aplicar los productos y cómo aplicarlos, pero, ¿sabemos qué necesitamos realmente para prevenir arruguitas y preservar la lozanía?
Cuando hablamos de vitamina C quizás lo primero que se nos viene a la mente son los alimentos que poseen esta propiedad, como el pomelo, la naranja, el limón o el kiwi, entre otros. Pero el avance de las investigaciones cosméticas descubrió que esta vitamina, además de ser uno de los antioxidantes más poderosos para la piel, tiene otros grandes beneficios. Hoy en día, todas las rutinas de belleza la incorporan.
Esta aliada beauty tiene una multiplicidad de beneficios. El más conocido es su efecto antioxidante: combate el daño que produce la exposición solar y a la vez protege contra la contaminación y el estrés.
Por otro lado, tiene una segunda acción despigmentante e iluminadora, que aclara las manchas de la piel y le otorga luminosidad a la piel.
El tercer beneficio, y el más deseado, es su efecto antienvejecimiento. La vitamina C es un poderoso antiarrugas ya que incrementa el colágeno y elastina propias de la piel para devolverle la firmeza.
Los seres humanos no podemos sintetizar la vitamina C (a diferencia de las plantas y los animales). La Dra. Rosi Flom, médica especialista en dermatología (M.N. 61.435) explica que por este motivo dependemos de la suplementación externa, sea por vía oral (consumo de alimentos o suplementos) o por la aplicación tópica sobre la piel. “La mejor forma de incorporarlas en la piel es a través de serums, emulsiones o ampollas. Lo ideal es aplicarlo todos los días por la mañana, antes de comenzar nuestro día y de exponer la piel al sol”, subraya la médica.
También es importante aconsejar el consumo de alimentos naturales altos o ricos en vitamina C, en especial cítricos y kiwi. Además tienen esta vitamina los frutos rojos, el brócoli, la lechuga, las frutillas y los ajíes entre otros alimentos.
“Cuando me consultan por la incorporación de la vitamina C en la rutina facial diaria, recomiendo siempre aplicar la vitamina C con la cara limpia y seca y siempre debajo del protector solar. El protector solar no solo protege de los rayos solares, sino que también al utilizar ambos productos (vitamina c y protector solar) potencia el efecto fotoprotector”, explica la médica consultada.
A su vez, enfatiza en que utilizarlo bajo recomendación médica es lo ideal, debido a que ciertas pieles sensibles pueden irritarse y a su vez, se debe controlar no aplicarla si se está realizando algún tratamiento con ácidos.
La concentración óptima de vitamina C depende de su formulación. En la mayoría de los casos, para que un producto sea de importancia biológica, debe tener una concentración superior al 8%. Los productos confiables de vitamina C disponibles en la actualidad están, por lo tanto, en el rango del 10% al 20%.
Además de sus efectos de antienvejecimiento, fotoprotección y anti pigmentario, la vitamina C también es conocida por ser la principal reforzadora de la vitamina E. Dicha vitamina tiene un papel fundamental para proteger las membranas celulares contra el estrés oxidativo y el mantenimiento de la red de colágeno en la piel. El uso de la vitamina C nos asegura la salud y la belleza de la piel con sus múltiples beneficios.