Dicen los especialistas que la mejor manera de incorporar vitaminas a nuestro organismo es a través de una alimentación saludable que, dentro de lo posible, incluya a todos los grupos de alimentos: frutas, verduras, cereales, legumbres, carnes y lácteos.
Pero, por otro lado, los productos cosméticos pueden también incluir en sus fórmulas estos complejos que pueden ser muy beneficiosos para nuestra piel: cremas hidratantes, sérums y tratamientos de noche, por ejemplo.
Es importante tener todo esto en cuenta a partir de los 40, que es cuando la piel empieza a mostrar los primeros signos de la flacidez, por la pérdida cada vez más acentuada del colágeno y la elastina. Además, hay otros problemas que pueden aparecer, como la pérdida de la luminosidad, e imperfecciones como el poro dilatado o una textura irregular.
Te contamos dónde encontrar estas vitaminas y cuáles son sus beneficios:
Vitamina A: favorece la cicatrización, mantiene el cutis terso y suave, atenúa las arrugas profundas y refuerza las defensas naturales.
En los alimentos, está presente en los lácteos, los cereales, las frutas y verduras de color naranja y amarillo, como zanahorias, patatas dulces, mangos y melón. También en el brócoli, la espinaca y la mayoría de los vegetales de hoja verde oscuro.
Vitamina C: atenúa las manchas de la edad, tiene un alto poder antioxidante y es indispensable para la formación del colágeno.
Los cítricos, el kiwi, la frutilla y el melón contienen vitamina c. También el tomate y la papaya.
Vitamina E: está presente en sueros y aceites, como el de rosa mosqueta. Retrasa el envejecimiento cutáneo y también es un super antioxidante.
Los aceites vegetales (como aceites de ger- men de trigo, girasol y cártamo), frutos secos (como almendras), semillas (como semillas de girasol) y hortalizas de hojas verdes (como espinaca y brócoli).