En macetas colgantes en algún rincón del hogar o en recipientes más clásicos junto a una ventana, la maranta leuconera conquista los interiores y todo gracias a su altísimo potencial decorativo que radica en sus bellísimas y originales hojas tricolores.
Es por esto que es una de las especies más adecuadas -y deseadas- cuando se trata de aplicar en casa una impronta decorativa y de naturaleza pura. Además, no requiere de cuidados muy exigentes y es ideal para novatos en el universo de la jardinería.
Pertenece a un grupo que es popularmente conocido como "plantas de la oración" o "prayer plants" ya que a lo largo del día, sus hojas están en constante movimiento y terminan de 'cerrarse' por completo casi al final del día y vuelven a abrirse al amanecer.
Originaria de las selvas tropicales de América del Sur, más precisamente Brasil, forma parte de la familia de las Marantáceas, un género botánico que incluye una amplia variedad de especies de plantas perennes herbáceas. La leuconera forma parte de ese grupo siendo una de las más populares de la temporada para decorar el hogar.
Sus bellísimas y exóticas hojas ovaladas poseen nervios fuertemente marcados de color rojo que contrastan a la perfección con las diferentes tonalidades de verdes que se encuentran a su alrededor. Por su envés, predomina una tonalidad morada.
Esta especie suele comercializarse en macetas colgantes debido a su porte rastrero. Sin embargo, también es una planta perfecta para utilizarse en combinación con otras y así recrear composiciones ornamentales muy interesantes. Para su desarrollo vertical necesitara de un tutor.
Cuidados básicos de la maranta leuconera en interiores
El ambiente adecuado para colocar esta especie es todo aquel que cuente con una buena iluminación natural, pero siempre evitando que reciba el sol directo, ya que podría quemar sus hojas.
Al ser de origen tropical, prefiere las temperaturas más cálidas y húmedas que oscilen entre los 20ºC y 28ºC, aunque entre los 15ºC y 35ºC puede crecer sin dificultades. Eso sí: no soporta las heladas.
En lo que respecta a sus riegos, deben ser frecuentes pero moderados ya que es una especie que no tolera los encharcamientos. Se recomienda hacerlo sólo si la tierra está completamente seca.
El sustrato debe ser rico en nutrientes y contar con un buen drenaje que evite los excesos de agua. Una buena opción, es colocar un plato como base y luego retirar el agua sobrante.