Finalmente casó la nieta de la reina, la princesa Beatrice de York. Fue un casamiento secreto, íntimo, que dejó a sus primos Wiliam y Harry afuera. ¿Qué le prestó la Isabel II en su boda?
Beatrice de York, la nieta de la reina Isabel II finalmente se casó. Después de tres cancelaciones, la hija del príncipe Andrés se casó con Edoardo Mapelli Mozzi y resolvió su boda en secreto y en cuarentena.
La tercera realmente fue la vencida.
1. La boda secreta (por el coronavirus)
"¡Felicitaciones a Su Alteza Real la princesa Beatriz y al Sr. Edoardo Mapelli Mozzi! La pareja se casó en una pequeña ceremonia privada en la Capilla Real de Todos los Santos en Royal Lodge, Windsor, el viernes 17 de julio", informaron desde el Palacio de Buckingham.
"La princesa Beatriz y el señor Edoardo Mapelli Mozzi celebraron su boda con su familia más cercana", completaron. ¿Quiénes? En la foto que hicieron pública se describe a: "su majestad la Reina y el duque de Edimburgo".
La información oficial detalla que en la ceremonia se siguieron todos los recaudos por la pandemia del coronavirus.
2. El vestido de la novia (prestado de la abuela)
Si hay algo en lo que la princesa Beatriz (31) se lució es en seguir más que cualquier otro nieto de la reina Isabel las costumbres: fue la única en rescatar un modelo vintage de la reina.
Algo que ni Lady Di, ni Sarah Ferguson, ni tampoco Kate Middleton, Meghan Markle (y menos su moderna hermana, la princesa Eugenie) hicieron al casarse y preparar su boda.
Beatrice mandó a reformar el vestido de Norman Hartnell de la reina -uno que Isabel II usó en 1962 en el estreno del film Lawrence de Arabia- con Angela Kelly y Stewart Parvin.
Se trata de un modelo de seda color marfil con mangas de organza y un corsette con brillantes engarzados. Las diseñadoras hicieron lo que pudieron para levantar un vintage real (¡pero la moda desde aquellos tiempos realmente cambió mucho!).
Sin embargo la reina agradeció el gesto de su nieta. Justamente son las hermanas de York -las más cuestionadas hoy en día, hijas del vedado príncipe Andrés- quienes más se aferran a su estirpe real.
Beatrice con su legado y Eugenie quien en su cuenta de Instagram luce “princesa Eugenie”, tan distinto al simple “Harry”, con el que su primo hermano prefiere ser llamado.
3. La tiara y los anillos, ¡diamantes!
Como una toda una princesa, Beatrice de York lució una tiara. La nieta de la reina ligó premio por esperar tanto (y aguantar las cancelaciones):
Su abuela Isabel II le prestó la misma tiara que ella lució en su boda en 1947 cuando se casó con Philip Mountbatten, el duque de Edimburgo.
La tiara tiene tanta historia que la podés reconocer en distintos retratos reales, era la preferida de su dueña original, la reina Mary.
Fue la reina Mary quien en en 1919 (se dio el gusto) la creó con los diamantes del collar original que en su momento lució la misma reina Victoria en su boda. Una tiara encargada a Garrard and Co.
Beatrice es una amante del arte y se sabe la historia de cada joya real de su familia de memoria.
También hubo intercambio de anillos. Nada convencional: Beatrice mandó a diseñar el suyo con Shaun Lane.
En cambio el de su marido Edoardo Mapelli se trata de una ieza familiar antigua rediseñada y convertida en alianza por Josh Collins.
4. El ramo de la novia, una ofrenda floral
La boda fue toda discreción: es así que el ramo estuvo a cargo de Patrice Van Helden.
Entre otras cosas la princesa que hubiera pidió jazmín, rosas de spray de marfil de porcelana y rosas bebé. También incluyeron ramitas de murta (una tradición real).
Hubo otros ramos (además del inmenso arreglo en la puerta la capilla) en manos del florista real, Martyn Crossley.
5. Los invitados a la boda (secreta) real
Se dice que fue una ceremonia de lo más emotiva. Aún en su plan más austero (prepandemia, la reina pensaba regalarle a Beatrice el almuerzo postceremonia en los jardines de Buckingham) la reina de 94 años jamás se imaginó una boda así para un miembro de su familia.
Aún así dicen que esta salida elegante y discreta la hizo muy feliz. Fue en la Capilla Real de Todos los Santos en Windsor Park, dentro de la propiedad del los padres de Beatrice (a pasos del Castillo de Windsor donde habitan Isabel Ii y su marido).
Así se la vio un traje celeste sonriendo junto a su marido, el duque de Edimburgo (encantado de estar presente con su 99 años). Acorde a las medidas de precaución por la pandemia, poquísmos fueron los invitados.
Se descuenta que estuvieron los respectivos padres (el príncipe Andrés se mantiene fuera del ojo público desde el escándalo de Jeffrey Epstein), la princesa Eugenie no mostró aún ninguna foto del enlace de su hermana (aunque seguramente estuvo, infaltable).
¿El padrino de la boda? El novio eligió a su hijo Christopher, de 4 años, mejor conocido como Wolfie quien además fue paje en la ceremonia.
La cuarentena y las normas de seguridad por el coronavirus le hicieron más fáciles las cosas a Beatrice de York quien no se lleva bien con sus primos últimamente. Así fue como ni Harry, ni Meghan, William o Kate fueron de la partida. Sí estuvo presente el fotógrafo oficial, Benjamin Wheeler.
6. El escenario: un casamiento austero
La ceremonia fue oficiada por el reverendo Paul Wright junto a su par Martin Poll, capellán de la Reina.
Fueron las madres de los novios (Sarah Ferguson y Nikki Shale) quienes leyeron dos de sus poemas favoritos: I carry you in my heart (Te llevo en mi corazón) de E.E. Cummings y Soneto 116 de Shakespeare.
El distanciamiento social hizo que Beatrice no tuviera banda en vivo así que su ceremonia contó con música grabada.
La novia además, se encargó de seguir las tradicionales y enviar su ramo de novia como ofrenda floral para la tumba del Soldado desconocido que yace en la Abadía de Westminster en Londres.
La ceremonia no tuvo toda la pompa que corresponde a una nieta de la reina (como sí lo tuvo su hermana menor Eugenie, con fotos oficiales incluidas y ceremonia en St. George en 2018) pero Beatrice es feliz: finalmente pudo casarse.
7. De qué vivirá Beatrice de York
La reina Isabel agradeció a su nieta que aguantara y realizara su boda en Inglaterra. Entre los planes de la pareja estaba celebrar la boda en Italia pero la pandemia cambió los planes.
Edoardo (empresario inmobiliario) tuvo una pareja anterior, así es que Beatrice hoy se convierte en madrastra de Wolfie. Sin embargo los Mapelli tienen cuna noble -el padre de Edoardo es conde- por lo que su ingreso de la Familia Real no generó mayores inconvenientes, nada de Megxit.
Beatrice vive (y continuará viviendo) en un departamento en el palacio de St. James en Londres. A diferencia de sus primos William (y antes Harry), la princesa de York no recibe "salario real".
La princesa estudió historia del arte aunque hoy trabaja y recibe su sueldo como vicepresidenta Afiniti, una de la empresa de inteligencia artificial.