A veces se dan ciertas situaciones durante un primer encuentro en que percibís que las cosas no están saliendo como quisieras. ¿A qué debés prestarle atención?
¿No es lo que esperabas? ¿Te aburriste? ¿Quisieras darle otra oportunidad? Si tenés dudas, desde el sitio de citas internacional Loventine.com nos advierten sobre las 7 señales de alerta que hay que prestar atención antes de volver a arreglar una segunda cita.
- No hay contacto visual. Hay que establecer las diferencias en este punto. Es cierto que para algunas personas es difícil hacer contacto visual, pero dependiendo de cómo vayan las cosas, es una situación que puede cambiar. Sin embargo, hay que prestar atención si esa persona está viendo para todas partes menos a vos. Eso es una clara falta de respeto y, además, todo lo que está pasando alrededor es más interesante que las cosas que tenés que decir.
- Es una persona grosera. La cortesía y los buenos modales siempre deben estar presentes, independientemente si sentís que no hay una chispa de atracción entre los dos. Una persona educada dice mucho de cómo es. Entonces, ¿no se preocupa por cómo te sentís?, ¿no te saluda correctamente?, ¿hace un comentario fuera de lugar?, ¿luce como alguien descuidado y no hace el más mínimo esfuerzo? Bien, esas son claras señales que la situación no debe pasar más allá y que es preferible que inviertás tu tiempo en algo más provechoso y agradable.
- No te reís. Es el mejor momento para que cada quien haga gala de sus mejores atributos. Se busca la manera de que el encuentro sea agradable para ambos con el objetivo de que se repita. No obstante, si no hay risas o al menos una conversación agradable, quiere decir que el otro no está haciendo el esfuerzo por hacer las cosas bien y que le da igual. La primera cita es una especie de juego en donde aflora la seducción, el humor y la charla agradable. Debe haber espacio para ello.
- No te deja hablar. Una de las peores señales que existen es tener que compartir una cita con una persona que cree que está envuelta en una especie de monólogo. No deja de hablar de sí misma, de hecho, sus palabras favoritas y más recurrentes son: “yo”, “conmigo”, “me” o “mí”. Cuando haces el intento de darte a conocer un poco, no se muestra interesado o toma lo que acababas de decir para dirigirlo hacia sí mismo. Para peor, es alguien que tampoco se molestará en hacerte preguntas, ni aunque quisieras.
- Es alguien negativo. Una cita puede ser el momento perfecto para desestresarnos y olvidar los problemas que hemos tenido en el trabajo o en casa. Es una valiosa oportunidad de conocer a alguien nuevo y, de paso, para despejar la mente. Una señal que te dirá que no tenés que volver a salir con esa persona tiene que ver con los comentarios y actitudes negativas. Si es alguien que constantemente usa el sarcasmo o la amargura, es definitivamente una persona que no debes tener en tu vida. Es importante rodearse de personas optimistas, alegres y que te hagan sonreír. No lo olvides.
- Sentís la obligación de comportarte como alguien que no sos. Lo divertido de una primera cita es que te sientas en la libertad de ser y expresarte cómo sos, porque eso servirá para confirmar si hay química o no. Pero, de no ser así, si sentís que debes fingir atención o no hablar de algunos temas para no incomodar, es momento de que te eches para atrás si querés evitar que las cosas salgan peor.
- No deja de jugar con el celular. Si es una persona que constantemente está revisando su celular, es más que obvio decir que se trata de una falta de respeto que sólo hará que la cita se vuelva cada vez más incómoda y extraña para los dos.