Juliana y Máxima se coronaron como las argentinas más influyentes de la moda, y durante el 2017 tuvieron diversos momentos memorables en sus elecciones de vestuario.
El encuentro entre ambas en Davos es la primera cita del 2018 que las vuelve a enfrentar en un duelo de estilo. El cuarto -para ser precisos- desde que la esposa de Mauricio Macri asumió su rol de primera dama.
Por un lado, la reina de Holanda prefirió seguir la impronta del powerdressing con un look sastrero, muy acorde al contexto, resaltó Gabriela Gourmandie, asesora de imagen. Un equipo de dos piezas que incluyó pantalón recto de vestir de tiro alto en tartán con saco entallado haciendo juego. El detalle fashionista, fiel a su estilo, "tres pines de insectos de plata aplicados a la solapa de su saco", explicó el joyero Celedonio Lohidoy.
Para acompañar su outfit, optó por el uso de accesorios, una de sus marcas registradas. "Aros tejidos en piedras de cristal y granates confeccionados de manera artesanal en nuestro atelier", detalló Lohidoy.
Con una línea también clásica, Juliana prefirió hacer honor a la corriente instalada por ella: effortless chic. Falda plisada en tono hueso, cashmere de cuello alto en negro y chaleco de piel. El complemento sofisticado, el cinturón con hebilla a tono con su pulsera, la novedad en su outfit ya que no suele lucir joyas.
Un elección repetida por la primera dama con algunas variaciones en la paleta de colores. Laura Malpeli de Jordaan, asesora de imagen, apunta que las faldas son aliadas a la hora de proyectar una imagen femenina. Si bien algunos las asocian con estilos más conservadores, esto dependerá de varios factores como el largo, los colores, accesorios y la combinación con las demás prendas que integren el atuendo. "El toque rupturista está dado por el saco de piel", resalta.
Para Gourmandie, cada una respetó su impronta, Juliana con líneas holgadas, prendas monocromáticas de cortes simples. Máxima con más de un accesorio, maquillaje más marcado y una silueta al cuerpo.
La propuesta de la esposa de Mauricio Macri fue completamente distinta de la que lució en Moscú con equipos sastreros de crepe de seda, en tono blanco, al bajar del avión y camel en la inauguración de la plaza Argentina. "Se supera en cada evento, elegante, distinguida, con lo justo y necesario", destaca el diseñador César Juricich, haciendo un balance general del viaje.
En cuanto al beauty look, Máxima mantuvo el bajo perfil con un maquillaje sobrio y suave en tonos tierra y el cabello suelto. El cabello semirrecogido en media cola de Juliana, un clásico de su estilo.