A cara lavada y con un look súper informal, llega Natalia Oreiro (41) a la redacción de Para Ti a las 14 horas para empezar la entrevista: viene de un maratón de notas y aún le quedan dos reportajes más, luego del nuestro, antes de terminar su día. Pide sólo un agua mineral y, ante la pregunta obligada de si está muy cansada, responde con una enorme sonrisa: “¡Para nada! Yo duermo normalmente poco, estoy siempre a mil y nada me gusta más que hablar de una peli que me gustó tanto hacer como Loca”.
-Hace unos meses lo entrevisté a Joaquín Furriel (43) y me dijo que vos eras un tsunami de energía imparable; sospecho que te conoce bien.
-¡Qué lindo es Joaco! ¡Lo adoro! Leí esa nota y me reí mucho: asegurar que yo soy la razón de la supuesta eterna juventud de Ricardo (Mollo, 60, cantante de Divididos). ¡Enloquezco! Primero: Joaco es fanático de Divididos y por eso lo ve cada vez mejor a Ricardo. Segundo: ¿justo él, que no para un minuto, dice que yo tengo mucha energía? ¡Por favor!
-¿Tenemos que desterrar, entonces, la idea de que vos sos una inyección de juventud para tu marido?
-¡Sí, eso es sólo una loca teoría de Joaco! ¡Olvidate, no es así! Es más, yo siento que la cosa es al revés: Ricardo fue, y sigue siendo, una gran influencia en mi vida. Él me hizo mejor persona de lo que era. Yo tengo una gran devoción por Ricardo. No sólo porque es el amor de mi vida sino por la forma en que vive y las elecciones que hace. ¡Quisiera ser como él! Y bueno, no siempre me sale. Él sabe, por ejemplo, disfrutar del ocio y a mí eso me cuesta mucho.
-Recuerdo haber leído que a tu hijo no le gustaba su nombre, Merlín (6). ¿Ya lo aceptó?
-En realidad lo que me dijo, a los 2 años, fue que Merlín es nombre de bebé –vaya uno a saber por qué le pareció eso– y que quería que lo llamáramos Atahualpa. Así que a partir de ese día lo llamamos de esa forma.
-Hablame de Re Loca, la película que protagonizás y que se estrena el 5 de julio.
-Es una película que llegó en el momento justo porque tenía muchas ganas de volver a la comedia familiar. Venía de muchos dramas – Infancia clandestina, Wacolda y Gilda– y recibí este guión que desde el primer momento me encantó: lloré, me reí y me sentí súper identificada con Pilar, mi personaje.
-¿La película se llama así porque en un momento estallás y llegás casi a enloquecer?
-Sí, claro, algo de eso hay porque creo que todos nos reprimimos a diario de expresar lo que realmente sentimos. La película te invita a hacerte algunas preguntas que tienen que ver con la dignidad: ¿cuánto tengo que tolerar antes de manifestar mi enojo?¿Cuál es el límite? Bueno, esos son algunos de los temas que se plantean en el film y me gusta que podamos reflexionar sobre ellos.
-¿Vas a hacer televisión este año?
-No voy a actuar, pero voy a debutar como guionista. Escribí una serie de época que transcurre en la década del ‘20 y estoy terminando de desarrollar. Espero que empecemos a grabar en breve para que en el 2019 esté al aire. Escribo hace mucho, pero es la primera vez que me animo a contarlo (se rie). Ya tengo la serie vendida y me tiene muy entusiasmada. Pero bueno, por ahora no puedo contar mucho más que eso.
-El año pasado, en una entrevista que publicó la revista Pronto, Pablo Echarri (48) confesó que no protagonizaría una telenovela con vos –N. de la R.: Pablo Echarri y Natalia Orerio fueron novios durante 5 años entre 1993 y 1998– porque le generaría un problema con su mujer, Nancy Dupláa (48)… ¿Vos aceptarías trabajar con él?
-Leí esa nota y me sorprendió su respuesta. Yo lo quiero mucho a Pablo, he visto todas sus series como productor; fui súper fan de La leona; es más, la miraba con Ricardo todas las noches.
-No me contestaste la pregunta….
-¡Es que la respuesta ya la dio Pablo! En mi caso, si me llegara un proyecto interesante y la idea fuera que lo protagonizara con él, no tendría ningún problema porque insisto: lo quiero mucho a él y también a su familia.
-Se te ve una mujer firme, decidida, me cuesta imaginarte en crisis con algo, ¿es así?
-Nooo. ¡Soy una mujer que vive en crisis! Empecé a trabajar muy joven y dejé todo para llegar al lugar en el que estoy hoy. Por suerte los planetas se alinearon para que todo fluyera y pudiera crecer cada vez más a nivel profesional, por eso siento que no tengo asignaturas pendientes. Pero no quiere decir que no siga con mi búsqueda personal, replanteándome qué quiero hacer y cómo llevarlo a cabo. Y todos esos interrogantes generan ciertas crisis.
-Te presentaste en Rusia –un país hostil para los homosexuales– con una prenda de Marc Jacobs que incluía la bandera del LGBTI, ¿por qué decidiste hacerlo? –
-Es una camiseta que también elegí para una escena de Re Loca y te corrijo: no la usé una vez sino dos en este viaje que hice a Rusia. La verdad es que yo aprovecho mis apariciones públicas, no sólo para promocionar una película o una canción, sino también para sumarme a ciertas causas con las que adhiero porque soy permeable al dolor ajeno.
-¿Por qué pensás que te quieren tanto en Rusia?
-Es un amor mutuo. Tienen un país bellísimo al que yo viajo desde los 20 años e hice un gran esfuerzo por aprender ruso. Creo que valoran el empeño que puse en aprender a comunicarme con ellos y por eso me llaman Nasha Natal’ya, que quiere decir “nuestra Natalia”.
-Dicen que sos más famosa que Messi allí.
-(Nati suelta una carcajada) Es que ustedes, los periodistas, son muy exagerados.
Textos: Juliana Ferrini. Producción: Marité Rizzo. Fotos: Fabián Uset.