La semana de la moda parisina ya empezó, la cita más glamorosa de la moda tiene como sede la capital francesa. Las firmas más importantes del mundo deslumbran a a los fashionistas con sus propuesta de alta costura de otoño invierno 2018-2019.
Entre las más esperadas, las clásicas maisons Dior y Chanel presentaron sus colecciones donde mantuvieron el exigente código estético que caracteriza el savoir faire francés. Con algunas coincidencias y otras diferencias las claves de sus diseños.
ESCENOGRAFÍA.
Por un lado, Karl Lagerfeld volvió a captar la atención por su puesta en escena. Esta vez homenajeó el costado literario de París al transformar la la pasarela en la ribera del Sena, con sus famosos puestos de libros y el edificio de la Academia Francesa de fondo.
Maria Grazia Chiuri, la diseñadora que comanda Dior, eligió como escenario de pasarela convencional con una primera familia muy cerca del paso de las modelos. Eligió maniquís de fondo con vestidos blancos para reinvindicar el minucioso proceso artesanal de la alta costura.
COLORES NEUTROS, UNA TENDENCIA ATEMPORAL
En casi setenta siluetas, Lagerfeld retomó los códigos de colorimetría de la casa: gris, blanco y negro fueron los infaltables. También hubo lugar para un toque de estridencia de la mano del fucsia o rosa.
El beauty look de Dior acompaño su austera la paleta que se mantuvo en tonos tierra, verde, camel y nude.
EL TWEED SIEMPRE PRESENTE
Marca registrada de la maison Chanel, el género noble vuelve a conquistar la pasarela y vuelve a ser uno de los protagonistas de otra colección. Revistió conjuntos de dos piezas, faldas combinadas y vestidos. La novedad, los sacos con mangas abiertas y cierres expuestos en los laterales. El traje icónico se alterna con vestidos trompe-l'œil y abrigos largos. Una tendencia que Dior también implementó abrigos cruzados con una paleta de tonalidades básicas como negro, gris y blanco.
VESTIDOS FEMENINOS
La casa fundada por Coco Chanel en 1910 dejo los tejidos invernales para reemplazarlos por las lentejuelas y tul para dar vida a sus diseños de noche. Ligereza y delicadeza están a la orden del día con un suéter de chifón o tul que da calor a una parte superior bordada.
En la misma sintonía, la colección de Chiuri alternó la silueta tradicional ideada por Christian Dior en la posguerra y la de la bailarina clásica implementando géneros más laboriosos como el tul y la seda labrada.
EL TRABAJO ARTESANAL ES LA CLAVE DEL ÉXITO
El trabajo de los talleres de Chanel -la parte más simbólica e interesante en un desfile de Alta Costura- se apreció por el cuidado de las técnicas, como la inclusión de plumas en mangas o tops bordados con cristales, así como en una espectacular falda plateada
Christian Dior dejó como legado la premisa que “los vestidos de la Alta Costura tienen el carácter único e insólito del objeto de arte. Se encuentran entre las últimas cosas que se siguen haciendo a mano, por la mano del hombre, cuyo valor es insustituible pues da a todo lo que crea lo que ninguna máquina podría dar: la poesía de la vida”, y la diseñadora mantuvo el espirítu en cada diseño