Se las ve grandes. Con apenas 14 años, Catherina Amalia Orange-Nassau ya supera, por poco, la altura de su madre (1,78 m). Le sigue Alexia (13), que es físicamente la más parecida a Máxima Zorreguieta –ya sobrepasa sus hombros– y luego la menor, Ariadna (11).
Abrazadas a su mamá para la sesión de fotos de la casa real holandesa, se puede ver que las princesas de Orange Nassau ya no son más niñas. Han crecido y ya falta poco para que comiencen sus actividades oficiales como princesas –será a partir de los 18 años–.
Hoy, más allá del lógico resguardo con el que viven las princesas, las chicas van al colegio en bicicleta y practican deporte. Alexia es apasionada del ballet, la equitación, el hockey y el tenis y, además, toma lecciones de piano al igual que Ariadna. Amalia, por su parte, se ha mostrado como una chica con facilidad para los idiomas –habla holandés, español e inglés– y muy activa: practica judo, hockey y equitación.
En cuanto a la educación, Guillermo Alejandro y Máxima no quisieron hacer diferencia con las dos menores y buscaron que las tres pudieran tener “una infancia lo más normal posible”, alejadas de los medios de comunicación. Sin embargo, por más empeño que pusieron, la sociedad holandesa y el mundo siempre vieron diferente a Amalia. Claro, porque lo era. Parece haber sido ayer cuando en diciembre de 2003 la primogénita de los reyes de Orange llegaba al mundo y toda Holanda se revolucionaba pensando en el año de su asunción al trono.
Además, con apenas unos pocos días de vida la Casa Real belga ya había llamado para arreglar un futuro matrimonio conveniente con un pequeño príncipe de sólo 16 días. Y durante su cumpleaños número 5 el parlamento holandés aprobó el presupuesto real para cuando fuera reina.
LA HEREDERA. Fue la primera en acceder al club de las futuras reinas de Europa al abdicar su abuela, Beatriz de Holanda, en su padre, el rey Guillermo, el 30 de abril de 2013. A partir de ese momento, Amalia empezó a tener más protagonismo en actos y eventos. Y, sin darse cuenta, esto la expuso demasiado y los medios apuntaron directamente contra ella. Tanto, que hasta hubo una muñeca inspirada en Amalia, expuesta en la Art Dolls Expo de Amsterdam, y se empezaron a viralizar mediante Facebook los programas y actividades de la princesa con sus amigos.
“Decidí aplazar sus responsabilidades reales hasta después de los 18 años para protegerla y cuidarla. Darle tiempo para descubrir quién es. Si uno no se puede descubrir, entonces nunca podrá hacer un buen trabajo para servir”, dijo el rey de los Países Bajos sobre su primogénita y primera en la sucesión al trono. Una vez que cumpla la mayoría de edad, Amalia podrá comenzar las actividades oficiales como princesa de Holanda, no antes. Uno de los factores principales que llevaron a la pareja de reyes a tomar esta decisión fue el cyberbullying que Amalia sufrió en Twitter y Facebook debido a su peso y altura.
Una vez cumplida la mayoría de edad, la primogénita de Máxima y Guillermo podrá abandonar el palacio familiar –de 50 habitaciones, ubicado a sólo 43 kilómetros de Amsterdam– y elegir instalarse en alguna de las otras siete residencias reales. Hasta entonces permanecerá junto a sus padres y hermanas.
En 2040, Amalia se convertirá en la heredera al trono y continuará con la larga tradición de matriarcado en los Países Bajos (desde 1890, las mujeres han gobernado por más de cien años). El hipotético nacimiento de un hermano no sería motivo de cambio en el orden sucesorio ya que desde 1983 las mujeres tienen los mismos derechos al trono que los varones en los Países Bajos.
¿Cuánto ganará la futura reina? Un sueldo anual de 250 mil euros, lo que en pesos argentinos representa un aproximado de 8.700.000 al año. Además, recibirá un adicional de 1.2 millones de euros para sus gastos personales; lo que representa 100 mil euros ($ 3.450.000 por mes).
El ingreso de la heredera al trono será un poco menor que el de su madre, quien desde que asumió en abril de 2013 como reina percibe un salario de 327 mil euros mensuales y una partida adicional de 574 mil para gastos de oficina y personal a su cargo. “Queremos darles a nuestras hijas una infancia feliz y normal. Antes que nada somos una familia. Habrá tiempo para todo”, concluyeron los reyes.
Textos: Candela Urta ([email protected]) Fotos: Fotonoticias