El Valle del Templo en Agrigento, Sicilia, fue el escenario que eligió Dolce & Gabbana para presentar su nueva colección. Un desfile impactante, sublime y de inspiración helénica.
En medio de las ruinas griegas, con el sol poniéndose detrás de la colina del Valle del Templo en Agrigento, Sicilia, las modelos desfilaron la última colección Haute Couture de Dolce & Gabbana cual diosas del Olimpo.
La escena no podía ser más perfecta. Soñada. Sublime. Inspirada en la antigua Grecia, no había mejor lugar que ése, el Valle del Templo, para presentar la nueva colección.
En medio de las ruinas griegas, el desfile llevó al público a un viaje al pasado: a la época helénica en la cual los hombres adoraban a Afrodita y creían en el poder de Zeus.
Los diseños combinaron géneros transparentes que jugaron con la sobreposición para insinuar sin tapar del todo. El dorado fue uno de los tonos protagonistas de la colección.
El dorado característico de los templos de aquella época, que literalmente se conseguía cubriendo de oro las paredes, no podía faltar en esta colección.
Terciopelo, organza y brocato le dieron un aire barroco a los detalles en los vestidos de inspiración griega.
La joyería y los tocados, todos dorados, le dieron valor agregado a la colección. Domenico Dolce y Stefano Gabbana se encargaron de sumarle a cada prenda grandes accesorios, joyas y coronas.
Otros tonos destacados fueron el negro, blanco, verde, amarillo y verde principalmente en vestidos de alta gala. Hubo diseños florales en colores como el rosa y azul cielo. Una colección mitológica.