Junto a sus hijas y esposo, la reina protagonizó un shooting que dio por iniciado el comienzo de las vacaciones. Complicidad, mimos y muchas risas.
Complicidad, romance, ternura y risas. Nada le faltó a la sesión de fotos familiares de la reina Máxima y el rey Guillermo de Holanda junto a sus tres hijas Ariadna (12), Alexia (14) y Catalina (15).
La familia real posó en los jardines del palacio Huis ten Bosch, su residencia oficial en La Haya. Aunque hace varios meses que están instalados allí, solo hace unas semanas se dio por concluida la remodelación que costó más de 60 millones de euros.
Recién llegada de Nueva York, Máxima junto a su familia dio por comenzadas sus vacaciones. La reina lució un conjunto de Jan Taminiau de 1.100 euros, según el precio que figura en el sitio web del diseñador. Pero más allá de su vestuario, Máxima irradió felicidad.
Totalmente descontracturada, la familia real posó frente al imponente palacio. Mientras las mujeres posaban divertidas, Guillermo seguía la sesión muy atento y con una sonrisa.
Después llegó el turno de posar como pareja y una vez más conquistaron a todos al transmitir la dulzura y el amor con el que se tratan. Hubo risas, abrazos, miradas cómplices y mucho amor.
Las princesas también posaron individualmente y fueron alentadas por el resto de la familia desde bambalinas. Una vez terminada la sesión hubo más risas y gestos de cariño.
Máxima y Guillermo se conocieron en 1999 cuando una amiga en común los presentó en España. El 2 de febrero de 2002 se casaron y hoy son una de las familias reales más queridas y entrañables de Europa.