Vivimos en un mundo acelerado, sin tiempo de sobra. A veces, entre tanta corrida, no estamos bien. Clara Badino, Chief Mindfulness Officer de Pausa, la app para meditar, nos da la pauta para controlar esas emociones negativas que nos tienen a mal traer.
Corremos todo el tiempo: los chicos, la oficina, la casa, los trámites… Y en la vorágine muchas veces nos sentimos mal: miedo, angustia, ansiedad.
“En los últimos veinte años viene instalándose en el inconsciente colectivo una creencia: las emociones son positivas o negativas”, afirma Clara Badino, Chief Mindfulness Officer de Pausa, la app para meditar.
Y con ello surge un nuevo condicionamiento: “a las emociones negativas hay que evitarlas, superarlas, controlarlas, enfrentarlas y aniquilarlas”, sigue explicando Badino.
Sin embargo, “cuanto más nos oponemos a la ansiedad, el miedo, a la angustia y a toda una variable de emociones desagradables, éstas más aumentan”.
Cuál es la solución
“El entrenamiento meditativo de mindfulness basado en pausas de conciencia para restaurar la sabiduría emocional que está latente y a la que solo se accede cuando la mente permanece donde está el cuerpo”, responde Badino.
Ser sabio emocionalmente requiere un proceso de maduración desde el cultivo de la paciencia, la ecuanimidad, el poder de presenciar lo que está sucediendo en la mente, el cuerpo y las emociones que están surgiendo momento a momento interactuando con los estados mentales, cerebrales y corporales.
“Por acumulación de práctica irá presentándose una manera novedosa de percibir y diferenciar con claridad entre emociones agradables y desagradables. Disolviéndose gradual y naturalmente el etiquetado de emociones positivas o negativas, que alimentan el condicionamiento instalado en la mente de rechazar unas y desear con desesperación las otras”, asegura la experta.
Es importante ir despacio, de a poco. Darse tiempo para reflexionar, para encontrar una pausa y abrir interrogantes. Aprovechar los momentos en los que estás sola en tu casa, o cuando estás parada con el auto en medio del tránsito, esperando que abra el semáforo o que te atiendan en el consultorio del médico.
Date un tiempo, un momento para pensar qué te está pasando, qué sentís, cuál es la emoción que manda… Hacé la prueba. Te vas a sorprender.