En tributo a la reconocida pasión por el ballet de Gabrielle Chanel, la maison volverá a presentar la apertura de la temporada de danza 2019/2020 de la Opera Nacional de París.
Chanel volverá a abrir el telón de la Opera Nacional de París, patrocinando la gala inaugural de la temporada de baile 2019/2020. Es la segunda temporada que lo hace, pero el vínculo de la maison con la danza se remite a la mismísima Gabrielle Chanel, una aficionada a la danza como símbolo de movimiento y metáfora de la libertad, que en términos de la moda que ella creó podría traducirse en “libertad para la silueta”.
El sueño de Coco
A la fundadora de la casa francesa le fascinaba el baile como lenguaje y expresión de belleza y llegó a tomar clases de baile con la mítica Isadora Duncan. Pero aunque sus prácticas de danza no hayan prosperado más allá del gusto personal y confinado a su intimidad, la diseñadora nunca dejó de estar cerca –y colaborar- con los artistas de su época, como Misia Sert, una socialité, pianista, musa y mecenas de las artes polaca, casada con el pintor y muralista José Maria Sert, y Serge Diaghilev, fundador del Ballet Russes. De hecho, en 1913, en compañía de Boy Capel, el amor de su vida, Gabrielle Chanel vio el espectáculo “El rito de la primavera” de Stravinsky, coreografiado por Nijinsky, precisamente el bailarín principal de los Ballets Russes, una compañía que revolucionó el arte de la danza.
Además, hizo trajes para varios ballets. Uno de ellos, Le Train bleu (1924) –con libro de Jean Cocteau y el programa a cargo de Picasso- marcó una visión totalmente diferente para el vestuario tradicional del ballet que, para ella no era más que la base de su idea de la moda: “la comodidad y la libertad de movimiento”.
Era un ballet sobre ricos y ociosos en la playa –un retrato de los años ´20- y para la cual Gabrielle Chanel creó trajes súper transgresores y nunca antes vistos en el mundo formal del ballet. Y fue una revolución. Actualmente, esos trajes se pueden ver en el Museo Victoria & Albert de Londres, y en 1992 el Le Train bleu ingresó al repertorio de ballet en la Opéra de Paris.
A Gabrielle Chanel le encantaba la unión entre música, danza y artes visuales, y junto con su amigo Diaghilev promovían el cruce entre los mejores músicos, coreógrafos y pintores de la época: de Mussorgsky a Prokofiev, Rimski-Korsakov a Debussy, de Satie a Ravel, Braque a De Chirico, Matisse a Picasso, Utrillo a Cocteau, entre otros.
Moda para la libertad
“Siempre quita, siempre quita. Nunca agregue nada ... Nada es más hermoso que la libertad del cuerpo”, decía Chanel cuyos creaciones de los años ´20 inspiraron después a Karl Lagerfeld para los trajes de baño de la colección Primavera-Verano 1998 Ready-to-Wear.
Así es como la presencia de Chanel en la Gala de apertura de una nueva temporada de ballet en la Opera de París no es otra cosa que la continuidad de este vínculo de la casa francesa con el arte. Será una presentación coreografiada por Serge Lifar, con la música de Franz Schubert, y trajes revisados por la casa Chanel bajo la dirección de Virginie Viard, directora artística de sus colecciones de moda.
“Al igual que la Opera de París, la casa Chanel es una institución clásica y contemporánea –expresó Aurélie Dupont, directora de danza de la Opera- Ambos tienen una herencia increíble, pero también fortaleza, modernidad y mente abierta”.