Los duques de Sussex siguen su gira por Sudáfrica y Meghan sonrió y bailó en las calles de Ciudad del Cabo saltándose el protocolo. No importó. Con su simpatía y sus looks conquista a todo el mundo. Y muchos la comparan con Lady Di.
Meghan Markle y el príncipe Harry están de gira por Sudáfrica. Este es su primer viaje oficial con su bebé, Archie. Y desde el inicio se los vio felices.
Como el objetivo es reunirse con organizaciones que luchan contra la desigualdad y que apoyan causas relacionados con jóvenes y niños sin recursos, además de asociaciones ecologistas, en su segundo día se reunieron en una playa, Monwabisi Beach, en Ciudad del Cabo, con los jóvenes de la ONG Waves 4 Change, que ayuda a alejarse de la violencia de las calles gracias al surf.
Los duques de Sussex participaron de una actividad y se saltaron el protocolo. Meghan lo disfrutó a pleno. Eligió un estilo casual, cómodo y canchero a la vez: camisa blanca de su colección cápsula Smart Works, pantalones negros y una campera de jean de la marca Madewell.
Meghan dijo: “Sabía que esta gira por África iba a ser fantástica, tenía muchas ganas de conocer Ciudad del Cabo y me ha encantado. Conocer a su gente, su energía, su positividad, su optimismo y la esperanza frente a la adversidad es realmente increíble”.
El día transcurrió con una visita a la mezquita Auwal en el barrio musulmán de Bo Kaap. Y los duques de Sussex se cambiaron de look: ella llevó un vestido largo en color verde militar, combinado con unos zapatos bajos en tono beige, y cubrió su cabeza con un pañuelo color natural que lo llevó a modo de velo.
Meghan y Harry pasearon tomados de la mano, se besaron, sonrieron y hablaron con los vecinos de la mezquita. No hay dudas que con su simpatía y carisma, Meghan está conquistando el corazón de Sudáfrica, tal como alguna vez lo supo hacer su suegra: Lady Di.