La manicura rusa es la técnica de esculpido en seco de uñas furor en el mundo. Consiste en la aplicación de un torno eléctrico en la zona de la cutícula, que la remueve con facilidad.
El torno proporciona una precisión inigualable que requiere de un buen pulso y control por parte de la manicura, ya que puede causar heridas en la piel. El objetivo es retirar bien la cutícula.
Al quitar por completo la cutícula, el esmaltado se realiza más cerca de la piel, lo que brinda una sensación de pulcritud y prolijidad.
Por otro lado, se aprecia menos rápido el crecimiento de la uña, lo que permite que duren en buenas condiciones durante más tiempo.
Admite tanto el esmaltado normal como el semi permanente.
Más información en parati.com.ar