Lo fundamental de hacer ejercicio no es la rutina en sí, sino que puedas mantenerla en el tiempo. Vos… ¿cuándo entrenás? Según la ciencia, empezar el día con actividad física tiene más ventajas.
Según científicos la persistencia se encuentra en los deportistas mañaneros, porque es cuando mejor pueden liberarse del estrés y de las presiones laborales. Arrancar la jornada haciendo gimnasia tiene un pro: el cuerpo está descansado por lo tanto se encuentra en mejores condiciones físicas.
Además, ese efecto residual dura varias horas después, generando en nuestro cerebro una memoria de bienestar. Por eso entrenar a media mañana es saludable para desarrollar musculatura, es el momento ideal ya que los niveles de testosterona en sangre están más altos.
Una investigación realizada a hombres con sobrepeso por las universidades de Bath y Birmingham reveló un resultado contundente: el grupo de individuos que hizo el ejercicio de cardio en ayunas quemó el doble de grasas que aquellos participantes que desayunaron primero.
Esto, según los estudios, se debe a que la insulina es más baja durante la mañana si la última ingesta fue la noche anterior. Cuando el nivel es menor, el cuerpo consume las reservas de grasa, de esta manera se pierde más peso con el estómago vacío.
Y como si fuera poco, ir al gimnasio o hacer actividad no solo aporta beneficios físicos, también tiene muchas consecuencias psicológicas: mejora nuestro estado de ánimo, nos aporta seguridad y mejor aún, nos recarga de energías para hacerle frente al día a día.
Una vez aclarado el cuándo… queda recordar que la hora óptima para hacer deporte siempre dependerá de cada una, de acuerdo con las partes de tu cuerpo que quieras explotar/tonificar y tus hábitos durante el resto del día, 30 minutos diarios bastan.
