La modelo viajó a Suiza especialmente para los Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud. Es que su hijo Tiziano fue quien llevó la bandera argentina en la Ceremonia Inaugural. Así alentaron los Gravier Mazza desde la tribuna de Lausanne 2020
En Suiza, se celebró la Ceremonia Inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud (una versión invernal de los juegos que se llevaron a cabo en Buenos Aires) Lausanne 2020. Y, en las gradas del estadio hubo un personaje que llamó la atención por su fervor:
Se trató de la modelo Valeria Mazza. La argentina, quien viajó especialmente a Lausanne para alentar el paso del equipo nacional.
Se sabe que Valeria es amante de los deportes y que fue madrina en distintas ocasiones de diferentes instituciones deportivas. Pero esta vez tuvo una razón mucho más personal: es que su hijo Tiziano Gravier que ya tiene 17 años es un deportista reconocido en el mundo olímpico.
Acostumbrado desde siempre a vacacionar en la nieve junto a Mazza y Alejandro Gravier, Tiziani comenzó a entrenar a los tres años y es as en el esquí alpino. Fue por eso que fue elegido para cargar con la bandera argentina y representarnos durante la Ceremonia Inaugural.
En familia
Tiziano es el segundo hijo de Mazza con Alejandro Gravier. También bajaron para alentarlo sus hermanos: Balthazar, Benicio y Taína.
Es un joven esquiador que desde los 12 años forman parte del equipo nacional y que debuta en los JJOO de la Juventud de invierno con la edición de Lausanne.
El elegido del equipo argentino
"Tengo el HONOR de ser el abanderado ??!! Una locura y con muchas expectativas. Aguante todo y vamossss argentinaa carajo!! ", posteó Tiziani Gravier en sus redes.
Tu bello nombre
Pero lo de Tiziano en Lausanne no se quedó en los honores. El hijo de Valeria Mazza viajó para competir con los mejores del mundo y los resultados no tardaron en llegar.
Tiziano logró un diploma olímpico por su desempeño en Lausanne. Fue por su desempeño en la prueba individual donde logró el mejor resultado histórico para la Argentina.
Todo un orgullo familiar. Una experiencia que los Gravier Mazza vivieron juntos.