Los duques de Sussex volvieron justo a tiempo a Canadá, se reencontraron con su hijo Archie antes de que cerraran las fronteras por el Coronavirus. Eso los deja aislados de lo que sucede en el Reino Unido y Harry y Meghan temen por la salud de la reina Isabel, de 93 años.
No tienen coronita: ya este lunes, el primer ministro de Canadá Justin Trudeau decretó el cierre de las fronteras canadienses.
Justo a tiempo, Meghan y Harry habían logrado llegar de su última presentación oficial en el Reino Unido y lograron reunirse con su hijo Archie en la Isla de Vancouver.
Se dice que, de regreso en Canadá, es la duquesa de Sussex quien se encarga de mantenerse al día sobre todos los cuidados ante la pandemia de coronavirus.
Una amiga de Meghan está entre los afectados por el Coronavirus en Gran Bretaña y
Meghan ya implementó cuidados estrictos entre los miembros de su equipo.
La salud de la abuela
EnCanadá, sin la posibilidad de moverse a causa del autoaislamiento, a Meghan (38) y a Harry (35) les preocupa qué sucede con sus seres queridos en Gran Bretaña.
Se sienten aliviados ante su partida del lugar (justo a tiempo) pero también impotentes ante la pandemia y las normas de precaución que los mantendría alejados de los Windsor en el caso que algo sucediera.
Harry en especial teme por la salud de su padre, el príncipe Carlos de 71 años, y por su abuela, la reina Isabel II de 93, ambos en la edad de riesgo según se conoce hasta ahora.
En su vuelta a Canadá, se dijo que Meghan deslizó que "estaban agradecidos -Harry especialmente- por pasar tiempo con la familia antes de que comenzara toda esta locura".
La duquesa reveló que el duque de Sussex había estado en contacto con su padre y su abuela (con quien se lleva, o se llevaba muy bien) y les había rogado que fueran cuidadosos y que se mantuvieran a salvo".
En familia
El aislamiento por el Coronavirus llega justo cuando se da como confirmado un cambio de planes para los Sussex.
Aseguran que la pareja estaría tanteando la posibilidad de mudarse a los Estados Unidos, a Los Ángeles, para estar cerca de la madre de Meghan. Al declarar el Megxit, ellos siempre señalaron "el Norte de América" como nuevo hogar.
Lejos de sus tareas oficiales con la Corona británica, Meghan y Harry aún esperan mantenerse activos como personalidades y actuar para ayudar en el ámbito de la salud mental en especial ahora para contener las consecuencias de la pandemia.