La sede del mayor festival de cine francés se quedó sin evento 2020 y se convirtió en una fábrica masiva de "barbijos caseros".
Los agentes del ayuntamiento de Cannes están produciendo barbijos para proteger a sus ciudadanos.
Se trata de máscaras protectoras en tela aprobada por AFNOR que serán distribuidas alrededor de toda la ciudad francesa durante la epidemia de coronavirus.
Manos a la obra
Se trata de otro aporte -sumado a lo que están haciendo muchas empresas privadas en Francia- para redoblar los esfuerzos y ayudar a prevenir el contagio de la COVID-19 en distintas ciudades.
Así sucede en Cannes, la ciudad famosa por su festival de cine (uno de los tantos eventos que este año no se realizará).
Decenas de modistas de la zona trabajan fabricando barbijos caseros con material que les provee el ayuntamiento.
Se trata de un nuevo personal que recibe un pago por la producción de 200.000 máscaras aprobadas por AFNOR y validados por la Dirección General de Armamentos y por la Sociedad Francesa de Higiene Hospitalaria (SF2H).
Y es que en Cannes quieren estar seguros de mantener a sus ciudadanos sanos y evitar focos de contagio: cada barbijo casero sale revisado por el departamento de higiene.
Cada uno de estos tapabocas está hecho con una capa de viscosa revestida por dos capas de algodón.
Cannes en guardia
¿En dónde sucede esto? En Cannes eligieron usar como centro de producción el salón de bodas del ayuntamiento.
Un lugar que fue testigo de bodas lujosas y de ensueño en la idílica ciudad emblemática de la Riviera Francesa y que hoy le hace frente a una pandemia.
Allí, junto a las modistas, hay funcionarios de la ciudad y voluntarios que trabajan para crear máscaras reutilizables y hacer esto posible: desde la fabricación y el embalaje hasta la entrega de estos barbijos caseros.
En la entrega justamente hay 380 agentes involucrados. Ellos se harán cargo de hacérselo llegar a cada ciudadano por medio del correo.
Cada envío incluirá además instrucciones de para un correcto uso. Cannes está en guardia.