Está demostrado que la era digital no ha destronado al libro en papel y que las bibliotecas siguen siendo un objeto de deseo...siempre que guarden cierto orden referido a su funcionalidad pero también a su estética. Aquí, algunos tips infalibles para que se vean impecables.
- Nunca llenes por completo los estantes. Los vacíos, los cortes abruptos entre un grupo de libros y un objeto o una planta, aportan cierto aire que le hace bien al conjunto.
- Si elegís ordenar los libros por autor, tema o género, colocá alguna etiqueta con su nombre debajo del estante correspondiente. Si es una biblioteca copiosa, podés además armarte un catálogo o inventario en una planilla de word o Excel. Así podrás encontrarlos fácilmente cada vez que quieras volver a ellos.
- Otra opción es ubicarlos con un criterio estético: por color, por tamaño, mezclando algunos parados (verticales) y otros acostados (horizontales).
- Aprovechá los estantes para cortar la sucesión de libros con objetos queridos, plantas, portarretratos, fotos o cuadros en pequeño formato.
- También pude ser útil destinar un estante o rincón de la biblioteca para los libros de consulta frecuente, aquellos que conviene tener siempre a mano. Y si sos de los que prestan y reciben libros en préstamo, destiná algún estante para exclusivo para ellos.
- Animate a armar bibliotecas diferentes y en distintos ambientes. No hace falta contar con una estantería tradicional: el vano de una puerta, la parte inferior de un gran ventanal, una serie de cubos colgados o estantes flotantes sobre una pared, pueden resolver un buen espacio para los libros.
- Por último, mimá tus libros con estos cuidados: protegelos de la excesiva luz solar y de la humedad; limpialos para quitarles el polvo, periódicamente y evitá ambientes cerrados y con humo de cigarrillo. Dicho esto, acercá tu mejor sillón, sumá una buena luz y ¡a disfrutar de la lectura!
Fotos: Pinterest.