Artistas, fotógrafos y arquitectos se adentran en paisajes fabulosos, muchas veces agrestes y salvajes, para crear siguiendo patrones naturales. Y los resultados de sus experiencias creativas son "naturalmente fascinantes".
La naturaleza es considerada por lejos y por muchos de los mejores profesionales del diseño como una gran inspiradora y arquitecta.
Los principios naturales, cuando se aplican a instalaciones y obra, generan resultados magníficos.
Una casa de cristal en la montaña
El artista norteamericano Doug Aitken montó una casa de cristal en medio de los Alpes Suizos.
En un paisaje nevado y de belleza deslumbrante, el artista de California creó "Mirage Gstaad". Así bautizó a su obra que no desentona con el lugar. ¡Al contrario! Armoniza a la perfección y hasta multiplica su beleza.
"El espectador puede volver a la pieza a medida que cambian las estaciones, en otoño, durante una tormenta o en verano cuando el verde está más verde. A medida que la naturaleza se transforma, la obra de arte cambiando con nosotros"
Doug Aitken
Los espejos que recubren toda la casa absorben y reflejan la luz, creando un efecto luminoso de ensueño, como si fuera un calidoscopio a gran escala.
El mismo tipo de experiencia probó SAKO Architects en el jardín de infantes que proyectó en China, basado en una paleta de ocho colores que interactúan entre ellos.
La casa de cristal (Mirror House) es uno de los trabajos más conocidos de Aitken, pero tiene varias intervenciones en la naturaleza que suelen generar enorme atracción.
Los sonidos de la montaña
"Sonidos en la montaña" es una de sus obras más aclamadas. Es una pieza de arte sonoro que se integra a la naturaleza y despliega patrones de sonidos naturales que siguen el movimiento del viento. El entorno propone sonidos hipnóticos.
El verde, ya de por sí, es un color que genera calma y los diseñadores convocan a sumar a cualquier ambiente.
Un refugio natural en Brasil contra la pandemia
El arquitecto brasilero Marko Brajovic observa la naturaleza como maestra y guía. Para él, los mejores constructores son los animales.
Todos los proyectos de este creativo multidisciplinario buscan tener coherencia con lo natural y disminuir el impacto ambiental: propone patrones estructurales, utilizando mayormente materia prima reciclada y local.
"Me gusta aprender permanentemente de las aves, hormigas, arañas y diferentes moluscos: a todos los observo con fascinación porque me inspiran"
Marko Brajovic
Durante estos días de aislamiento, construyó con su hijo menor, Zion, un pequeño refugio analizando los nidos de los pájaros alrededor de la casa familiar, ubicada en una zona forestal.
Siguieron algunas reglas simples, de "tejido y superposición de superficies".
"La arquitectura de las nuevas generaciones finalmente superará nuestros tiempos mecanicistas modernos y se inspirará en la inteligencia de la naturaleza"
Marko Brajovic
El arte en el bosque
Por su parte, el artista inglés Spencer Byles arma esculturas orgánicas en paisajes boscosos.
Byles, que vivió durante años en Francia y ahora se mudó a Malasia, se instala durante mucho tiempo -incluso años- en el interior de los paisajes selváticos y a partir de esa inmersión profunda y de los materiales que tiene a su alrededor crea sus instalaciones.
"Cada pieza que hago es un nuevo experimento y búsqueda de infinitas posibilidades. Nunca estoy seguro de a dónde voy exactamente, o cómo podría evolucionar la obra"
Spencer Byles
El artista prefiere no llevar un plan armado de antemano: espera sorprenderse e interactuar con lo que sucede en la naturaleza.
"En la intuición y la comunión con la naturaleza, están las respuestas", suele decir Byles cuando reflexiona sobre sus procesos.
"Mis esculturas reflejan una afiliación entre los materiales, el espacio en el que trabajo y mi propia imaginación e ideas. Investigo las posibilidades que existen dentro de los materiales. Reacciono intuitivamente, permitiendo que mis respuestas e ideas se filtren en el trabajo"
Spender Byles
Fotografías de la naturaleza
La artista visual Kristina Makeeva deslumbra con sus fotografías intervenidas en el lago Baikal, un espejo de aguas cristalinas ubicado en Rusia.
En la misma línea, el fotógrafo Murray Fredericks suele viajar al lago Eyre, en Australia, para retratar su brillo natural
Radicado en Sidney, el creativo interviene el paisaje cristalino con un espejo: "interrumpe" con este objeto los horizontes interminables y etéreos.
En su serie de fotos, Vanity, en lugar de emplear el espejo como símbolo de autorreflexión, Fredericks redirige nuestra mirada lejos de nosotros mismos hacia el entorno.
"Los espejos se avecinan como ventanas o portales, ofreciendo una experiencia dual de mirar tanto hacia otro reino como hacia afuera, ya que la superficie de cristal del lago refleja un espacio infinito"
Murray Fredericks
Al igual que otros artistas que se inspiran en la naturaleza, Fredericks pasa largas temporadas en soledad y comunión con el paisaje
Sus fotografías son también una invitación a detenerse en el vacío desconocido y vivirlo como una experiencia de trascendencia y no de fuga.
Así estos creativos se meten en el corazón de la naturaleza y la transmiten a través sus obras. Su público feliz de tenerla un poco más cerca.
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