Un "adorable puente" -como cantaba Cerati- es el que se está creando en China, cruzando un arroyo y para vivir una experiencia inolvidable.
El turquesa, el verde, el amarillo y el fucsia se combinan para transformar por completo la estética del puente que atraviesa el arroyo Suzhou, en Shangai, China. Es el proyecto de un equipo de arquitectura local que busca convertir el cruce en una experiencia inolvidable.
El tradicional puente de Shanghai cambiará completamente para encenderse en un mix de color y diseño. La propuesta de renovación se llama High Loop y la está llevando a cabo el estudio de arquitectura 100architects.
Cruzar el puente de Shangai
El objetivo de los creativos es destacarlo y ponderarlo como en un hito urbano en la ciudad, la más poblada de China.
Elevado sobre el arroyo Suzhou, el puente mide 1 kilómetro de largo y desde él se pueden apreciar las mejores vistas de la ciudad. Y en algunos meses más, sólo cruzarlo ya será toda una experiencia en sí misma.
La propuesta del estudio tiene como objetivo "transformar el puente en un parque elevado colmado de acontecimientos y permite un viaje urbano único a través de una de las zonas más densas de Shanghai"
El color y el ritmo del diseño urbano
Pintado en tonos muy llamativos y brillantes como el fucsia, el turquesa, el amarillo y el verde, el puente no pasará inadvertido una vez que abandone por completo el gris cemento que aún lo cubre estos días.
El color como recurso logra obras extraordinarias: https://www.purodiseno.lat/a-cielo-abierto/un-diseno-basado-en-diez-colores/
Usar todas las posibilidades que ofrece el color es el desvelo de profesionales del diseño y creativos. Hay algunas herramientas y recursos muy fáciles y "aptas para todo público".
A través de los colores, el equipo de arquitectos organizará las diferentes circulaciones posibles, creando distintos "ritmos" en los que será posible cruzar el puente.
Un carril recto en color amarillo eléctrico definirá la vía rápida para bicicletas y motos. A la par, zigzagea otra senda, en color magenta, que busca ralentizar la circulación de peatones.
Shangai: una mega ciudad china en modo slow
El proyecto incita a los peatones a "tomarse el cruce" con calma, disfrutando el viaje y las vistas hermosas de la ciudad y del arroyo Suzhou.
Habrá espacios para detenerse y quedarse: para socializar, reunirse con amigos, pasar un rato leyendo o conversando.
Cada estación está marcada con turquesa y se despega de la estructura principal, como si fueran bucles o bolsillos redondeados. Contrastan los muebles amarillo.
Habrá macetas con plantas y flores para decorar y oxigenar, pero también funcionan como separadores entre las distintas vías de paseo.
Los parches de color turquesa también dejarán un espacio en blanco para la futura apertura de nuevos mercados callejeros o para que puedan seguir ofreciendo sus productos los vendedores que actualmente lo hacen en la zona.
Un puente con historia
La icónica estructura une dos distritos (Jing'an y Zhabei) y fue construida en 1997 cruzando el arroyo Suzhou y al principio solo permitía el acceso a peatones.
En 2009 se lo renovó para empezar a permitir el paso de bicicletas o scooters, mejorando la conectividad urbana. Ahora dará un giro rotundo, ambicioso y a todo color.
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