Un estudio reveló que observando las cejas es posible detectar el grado de narcisismo que tiene la persona. Acá te lo explicamos
Hay investigaciones de todo tipo y de lo más insólitas. Ahora se viralizó un estudio de Miranda Giacomin y Nicholas O. Rule, que bajo el título de "Eyebrows Cue Grandiose Narcissism", explica cómo las cejas transmiten el nivel de narcisismo de la persona.
El trabajo se basó en una investigación que descubrió que las personas a veces podían detectar a los narcisistas por sus rasgos faciales. Las cejas, sugiere Giacomin, son clave. Cuando se le preguntó si ella misma tenía cejas distintivas, Giacomin dijo: "Definitivamente soy más consciente de ellas ahora que antes, pero soy consciente de que otras personas las miran una vez que se enteran de esta investigación".
Los autores hablan de narcisismo grandioso como "la tendencia a ser egoísta, egocéntrico y vanidoso". Lo identifican como un rasgo de personalidad "oscuro" común, por el cual un individuo exhibe cualidades positivas como la extroversión pero también rasgos negativos como la vanidad y el egoísmo.
Las cejas cumplen funciones sociales importantes y, de hecho, podrían ser el rasgo facial más expresivo, "pueden impactar más que los ojos", dicen. Y su argumento se basa en que debido a que los narcisistas anhelan el reconocimiento y la admiración, suelen llevar cejas bien distintivas, gruesas y oscuras, para ser notados, reconocidos y recordados.
Decimos que los ojos son las ventanas del alma, aparentemente también lo son las cejas. El estudio, haya sido serio o no, se llevó el premio en la categoría psicología de la trigésima edición de los premios Ig Nobel.
Los otros premios Nobel
No debe confundirse con los premios Nobel; los Ig Nobel celebran la investigación que “primero hace reír a la gente y luego la hace pensar”.
En una ceremonia celebrada online, en lugar de en la Universidad de Harvard como de costumbre, se entregaron 10 premios por logros notables en física, paz, psicología, economía, medicina y más. Los ganadores recibieron un cubo de papel y un billete de diez billones de libras esterlinas de Zimbabwe.
Los premios de este año además incluyeron un premio de física por el trabajo que registró las formas que adoptan las lombrices de tierra cuando vibran a alta frecuencia. El premio de la paz honró a los gobiernos de India y Pakistán por hacer que sus diplomáticos tocaran el timbre de los demás en medio de la noche y huyeran antes de que alguien respondiera.
En economía ganó Chris Watkins, un psicólogo de la Universidad de Abertay, que encontró que los besos franceses eran más comunes entre parejas en áreas de alta desigualdad de ingresos. Boris Johnson se llevó el premio de educación médica con Donald Trump, Vladimir Putin y una selección de otros líderes mundiales por demostrar durante la pandemia Covid-19 que los políticos pueden tener un efecto más inmediato sobre la vida y la muerte que los científicos y los médicos.
