El 2020 está entrando en sus últimos meses y empezamos de a poco a tener más actividades fuera de casa. Pero ¿qué hacemos si a los chicos les da miedo salir? En esta nota, el psicólogo Sergio Farinelli, especialista y consultor en Infancias, nos da pautas para seguir.
La salida nuevamente a la vida diaria en el caso de los niños, no todos la viven de igual manera. Ocurre que la preocupación de muchos padres en relación a cómo sus hijos pequeños se inquietan y resisten cuando llega el momento de abandonar sus hogares comienza a manifestarse de manera preocupante. Es que el mundo exterior se ha transformado en el ideario de los niños en algo riesgoso, algo que silenciosamente se presenta como una amenaza.
Nada resulta casual. Si pensamos que son varios los meses en los cuales los niños dejaron de jugar en las plazas, socializar con sus compañeros de jardín y colegios y la permanente exclusión de salir a la calle como normativa excluyente y general es una obviedad que esto ocurra. Como podemos observar en relación directa con todo esto, están las expresiones de los padres ante esto, y es que hoy en muchos de los hogares de nuestro país estos intentan encontrar respuestas a lo que podríamos resumir en la exclamación ¡no quiere salir a la calle!, ¡tiene miedo al Covid! ¡Esto nos desborda! no sabemos qué hacer…
Ante este cúmulo de interrogantes lo primero que debemos entender, es que hemos sido los adultos quienes instalamos el permanente recordatorio en el cual el miedo era el ingrediente esencial para conseguir que los niños estuviesen en el hogar y entendiesen por qué tenían que quedarse dentro del mismo.
Seguramente ya son muchos los adultos que encuentran similitudes en lo que hemos mencionado anteriormente. Para poder desglosar un poco las diferentes aristas que convergen en estos hechos, lo primero que debemos pensar y repensar es que muchos niños en general no deben recibir variadas formas y explicaciones que no concuerdan con su edad, porque muchas veces no logran procesarlas ni entenderlas, lo cual, da como resultado más miedo en muchos de ellos.
Quizás la abundante información en todos los medios e incluso en redes sociales ha hecho que ese miedo aumente, sin que esa información sea destinada al público infantil o muy jóvenes, sino que han sido los padres quienes han querido estar en permanente contacto con la noticia y la realidad, trasladando todo esto a sus hijos.
Cómo interactuar desde el diálogo con los pequeños
En principio debemos partir de la idea que los niños quieren salir, pero en oposición a esto están, quienes lejos de eso, no pretenden volver a la vida normal, saliendo al exterior, donde para un gran número de niños prima la inseguridad y el miedo al Covid 19.
A saber, en general no hay que obligarlos, dado que obligar a salir a los infantes es un error que puede agravar aún más toda esta situación.
Saber por qué el niño no quiere salir debe ser una cuestión a dilucidar por los padres, ya que poder canalizar esto, a través del diálogo con los más pequeños, es clave. No debemos olvidar que, si al miedo que invade al niño, le sumamos el conflicto por la obligación a salir y la negación como respuesta del niño, estamos en un problema mayor.
Explorar el miedo es clave para entender y poder avanzar. Hablarles de lo que vamos a hacer, y qué cuidados vamos a tener es fundamental. Sumado a esto poder ayudarlos a estabilizar sus emociones es otro paso importante, y para ello, es necesario familiarizarlos con lo que para ellos es terrible, y es el miedo. Hacerles saber que es algo normal que tengan miedo y poder darles los elementos para poder afrontar estas situaciones, tal como tapabocas, alcohol en gel entre otros elementos.
La disminución del miedo irá decayendo en relación a las exposiciones que deban afrontar los más chicos, lo ideal es un avance paulatino de esta exposición al exterior, evitar siempre la exposición espontánea y sin una evaluación previa, tal como lo manifestamos anteriormente. Un ejemplo podrían ser las salidas de los niños de menor a mayor tiempo de duración, así como de distancias más cortas a más extensas, y hacia lugares en los que el miedo disminuya. Es así como irán incorporando seguridad y el miedo irá disminuyendo a medida que vayan comprobando que no sucede nada malo al salir. Darles seguridad y tranquilidad al momento de salir al mundo exterior nuevamente es un deber que debemos poner en práctica los adultos.
Es importante controlar de ahora en más, la información que les llega a los chicos. Hay que darles información, pero siempre acorde a su edad, y con un lenguaje comprensible para ellos. No debemos intentar que no se enteren de nada, (esto también es aislarlos) ni mentirles, porque muchas veces el desconocimiento de información puede ser más perjudicial para ellos que recibir la información correcta y graduada.
Poder preguntarles cómo se sienten, para poder identificar sus miedos, preocupaciones, dudas y emociones, y así poder ayudarles a gestionarlas. Esto les hará sentirse seguros y perder el miedo a salir a la calle, ir a la plaza a jugar y, principalmente hacer que puedan manejar sus emociones sin el aditamento que el Covid19 les genera más allá de la postpandemia.
Fuente: Lic. Sergio Farinelli, especialista y consultor en Infancias