Lucía, una adolescente de 18 murió debido a la explosión de un centro de mesa ecológico. También dejó gravemente heridos a otros 8 chicos. Aparentemente la mala manipulación de un bidón con bioetanol, el combustible necesario para que prenda la llama, fue la causa del accidente. ¿Cómo se debe manejar estas chimeneas que están tan de moda?
No hay nada como reunirse alrededor del calor y el crepitar de un fuego. Por eso los centros de mesa o chimeneas ecológicas, el nuevo accesorio deco, se impusieron tan pronto tanto para exteriores o interiores, incluso para calefaccionar ambientes.
Sin embargo, si el bioetanol, el combustible con el cual se prende la llama, no se manipula tomando todos los recaudos de seguridad, puede ser peligroso y resultar fatal como ocurrió en un boliche de San Miguel. Una camarera se acercó al centro de mesa con un bidón de bioetanol y explotó matando a Lucía, una adolescente de 18 años, y dejando gravemente heridos a otros 8 chicos.
Riesgos y seguridad del bioetanol
- La chimenea de bioetanol tiene que ser estable y su cuerpo no debe ser demasiado caliente. La llama no debe ir demasiado lejos de la carcasa.
- Además, es necesario contar con un dispositivo de extinción de fuego cerca, al alcance de la mano, para cualquier eventualidad.
- Si está en un ambiente cerrado hay que tener en cuenta una chimenea de bioetanol quema a una velocidad de flujo de combustible de los 0,5 litros por hora y por cada hora produce alrededor de 16 veces más CO2 que un adulto, es decir, consume en una hora aproximadamente consume tanto oxígeno como si estuvieran 16 personas en la habitación. Por eso, el lugar debe ser ventilado.
- Hay que tener especial cuidado al llenar de líquido la chimenea o centro de mesa: el bioetanol es un líquido altamente inflamable, que pueden encenderse ya sobre una superficie caliente. Por lo tanto sólo puede ser llenado, cuando la llama se extingue y la chimenea todo se haya enfriado.
- Al momento de prender el fuego, conviene usar un palillo lo suficientemente largo para mantener la distancia ante cualquier eventualidad.
- Al igual que con todos los fuegos, nunca debe dejarse desatendida.