La filosofía busca crear espacios equilibrados que promueven la conexión con el relax y el disfrute.
Despacio, con más lentitud; tomándose la vida con calma para que los detalles no se pasen por alto.
Este es uno de los principios básicos del slow life, una filosofía que cuando se aplica a la deco logra que los espacios parezcan entrar en pausa.
Justo ahora que volvemos la mirada hacía el hogar y los lugares privados son un refugio posible, la tendencia del slow life tiene mucho que aportar.
El slow deco llama a desconectar con el afuera para sintonizar con el interior, buscando bienestar y sensaciones placenteras en el mundo más cercano.
¿Cómo lograrlo?: siguiendo alguna de las consignas que marca la tendencia.
Mantener el orden y la armonía
El caos externo va en contra del slow deco: lograr cierto equilibrio con los objetos y los muebles es fundamental.
La idea es elegir aquellos que nos transmitan paz y tranquilidad.
Rescatar el verde
No es novedad que sumar plantas al interior es una fuente de conexión con la naturaleza muy vital. Animate a integrarlas a la deco en todas sus versiones (más ahora que está de moda el efecto jungla) y lugares.
Otro punto importante es mantener arreglados los espacios exteriores, aunque sean mínimos, como si fueran un espacio más de la casa.
El balcón o el patio son aliados del slow deco.
Preferir materiales sustentables
Menos plástico o materiales sintéticos y más madera, piedra y pinturas ecológicas. Y a la hora de sumar textiles es mejor elegir aquellos más naturales como el lino o el algodón.
Las texturas son más suaves y aportan la calidez que necesita el slow deco.
Organizar un espacio para el disfrute
No necesariamente tiene que ser el típico rincón de lectura. La propuesta es tener disponible un lugar para hacer cualquier actividad que permita hacer un alto en el día y conectar con otra cosa.
Aprovechar al máximo la luz natural
Favorecer la entrada de luz es clave. Si hay ventanas, dejarlas libres y no entorpecer su llegada con muebles u otros objetos.
Apelar a los textiles livianos y claros y por supuesto aprovechar el ingreso de luz para organizar ciertos rincones de disfrute. Si es con sol, mucho mejor.
¿Te animás a bajar un cambio?