El cantante conmovió al jurado de MasterChef Celebrity el jueves cuando habló de su "triste infancia". Acá te contamos su historia, la relación con sus padres y su empuje para salir adelante.
El desafío del jueves de MasterChef Celebrity fue preparar un plato que recordara a la infancia. Y El Polaco pensó en su abuela y en una pasta que ella preparaba. Pero además habló de "su triste infancia".
"Mi viejo es mi debilidad, siempre que pude lo ayudé. Él tuvo una vida complicada por un tema de adicciones. Me tuve que poner la familia al hombro. Tuve que cuidar a mis hermanos, darles de comer, llevarlos al colegio. Aprendimos a vivir con nada y el tiempo nos dio todo. A mi viejo lo pude perdonar", reveló El Polaco, cuyo nombre es Ezequiel Cwirkaluk.
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Su historia de vida fue la más fuerte: de chico, El Polaco tuvo que hacerse cargo de sus dos hermanos y de la casa familiar.
La historia de vida de El Polaco
El cantante y compositor cumbiero nació el 24 de mayo de 1987 en Buenos Aires, Argentina. Su apellido de nacimiento es López, pero al saltar a la fama decidió cambiárselo.
En una entrevista a la revista Pronto, él había contado: "Vivía con mi papá Jorge Carlos, mi mamá Mariana, y mis dos hermanos menores, Jonatan y Rocío. Y en principio tuve una vida más o menos normal, pero después hubo situaciones feas…no me gusta hablar de esto porque ahora mi viejo está bien y no quiero lastimarlo. Pero bueno hubo un tema de adicciones por parte de él que hizo que las cosas se pusieran jodidas".
"Fue un poco de las dos (alcohol y drogas). Él tenía una fábrica de aberturas y mi mamá era ama de casa. Así que, hasta los cinco años, estuvimos bien económicamente. Pero después, por el tema de las adicciones, mi papá perdió todo lo que tenía. Hasta que lo único que nos quedó fue la casa dónde vivíamos. Entonces mi viejo estuvo internado en diferentes centros de rehabilitación. Y, mientras tanto, mi vieja tuvo que bancar a los tres chicos con 150 pesos que cobraba por un plan de familia", relató El Polaco.
" ¿Te acordás de esa caja en la que te daban leche y fécula de maíz? La íbamos a buscar todos los días y vivíamos de eso. Y también del trueque: la re piloteamos yendo a Lugano a vender todo lo que teníamos. Pero en ese época empezó el infierno en mi hogar. Yo tuve que crecer de golpe", reveló.
Confesó que "sufrió desde los siete años gastritis": "En vez de ir a pasear con mis papás tenía que acompañar a mi mamá a ir a buscar a mi viejo a bares. Después cuando yo tenía 10 años mis viejos se separaron y como mi mamá estaba desbordada tratando de mantenernos a los tres hermanos, porque con cuarenta años y sin el colegio terminado no conseguía trabajo, a los 13 decidí internarme en un centro de rehabilitación cristiano en Córdoba para que ella no tuviera que preocuparse por mí".
"No tenía ningún tipo de adicción. Me interné porque no quería molestar en mi casa. En realidad, era una especie de hogar cristiano que se llamaba Reto a la vida. Un refugio donde vivían chicos con adicciones y otros que no tenían dónde vivir. Yo me fui seis meses ahí para sacarle un peso de encima a mi mamá", aclaró.
"El refugio fue como la colimba para mí. Aprendí un montón de cosas y salí dándome cuenta de cómo era la vida. Quería tener mis cosas, formar mi familia y llenar el vacío que había quedado en mi corazón de chico", dijo.
"Cuando salí aprendí a tocar la guitarra, batería y el bajo solo. De un día para el otro empecé a cantar. A los 17 estaba firmando mi primer contrato en Magenta, con un grupo que se llamaba Una de cal. Después empecé a escribir mis temas y me lancé como solista. Después no paré. En un fin de semana llegué a hacer 35 shows", reveló.
Su papá, en una entrevista con Ángel de Brito, ya había contado que "él se internó porque yo me interné. Yo estaba con las drogas y el alcohol. Yo me interné dos años y él quería estar conmigo porque me extrañaba. Yo estuve en el Pabellón 1 de Open Door”.
Asimismo, Jorge Carlos expresó que su hijo jamás lo abandonó en su largo proceso de rehabilitación: “Me pasó a buscar con un auto y me llevó para recuperarme. El Polaco me salvó la vida".
Él mantiene una buena relación con sus padres. Pero el tatuaje que lleva grabado "Sólo los fuertes saben esperar", nombre de uno de sus discos, le recuerda su pasado y su fuerza para salir adelante.