Una casa frente al mar y llena de recuerdos de viajes y de vida en familia. Sol Rueda nos da la bienvenida a su hogar, un sueño cumplido en el encantador pueblo de pescadores, al norte de Punta del Este.
Sol Rueda nos abrió las puertas de su casa en José Ignacio, su lugar en el mundo que imaginó e hizo realidad junto con su marido, Jorge “Chicho” Elliot, al volver de Venezuela donde vivieron durante 30 años.
“Regresamos en busca de un lugar donde volver a echar raíces, y cerca del mar descubrimos José Ignacio -recuerda- Este pueblo de pescadores nos conquistó inmediatamente, y una vez instalados, surgió la idea de crear Sentido”, cuenta Sol Rueda, madre de cuatro hijas (Sol, Panda, Anushka y Natasha Elliot), abuela súper activa e incansable emprendedora.
Se refiere al proyecto Sentido (“lo que en un principio fue una pequeña tienda, se convirtió en un gran sueño”, asegura Sol) que hoy involucra a toda la familia y que, a través de muebles y objetos de deco, plasma viajes familiares, años de contacto con la naturaleza y mucha pasión por la decoración.
Y su casa (obra de la arquitecta Pachi Firpo) es un reflejo -un espejo- de todo eso, colmada de objetos de distintos países, que interactúan con muebles y accesorios funcionales a una vida en la que la familia y sus encuentros y momentos compartidos es lo primordial.
“Mi casa en José Ignacio (frase que convirtió en hashtag en sus redes (@sentido_joseignacio) es nuestro lugar de reunión familiar. Llena de objetos que cuentan historias y nos remiten a paisajes lejanos, está construida con mucho amor y dedicación y disfrutada por muchos. Es una casa con mucha personalidad que habla de la familia y los sueños”, concluye.
Producción: Mery de la Cruz.
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