Se desconoce con exactitud la fecha en la que se cultivó la primera planta de Camellia sinensis -de donde se extrae este té- pero se tiene la certeza de que los chinos lo han bebido desde hace más de 3.000 años y que hoy, después del agua, es la segunda bebida más consumida en el mundo.
Según la tradición China, hace unos 4.000 años, el emperador Shen Nung estaba calentando una olla con agua debajo de un árbol, cuando un par de hojas se desprendieron y cayeron dentro. El soberano bebió ese brebaje y, al hacerlo, se sintió renovado. Eso le dio la maravillosa idea de promover su cultivo en el resto del imperio.
En años recientes, los científicos han comenzado a estudiar los efectos saludables que puede proporcionar esta sustancia sobre el organismo.
El té verde actúa sobre nuestro corazón
Varios estudios en humanos muestran que las personas que consumen regularmente tres o más tazas de té verde por día poseen un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y ACV.
El Ohsaki National Health Insurance Cohort Study, con un seguimiento de más de once años, incluyó 40.530 japoneses adultos de 40 a 79 años sin historia de cáncer, enfermedad coronaria o ACV.
Aquellos que consumían más de dos tazas diarias de té verde tenían un 33 por ciento de riesgo de ACV, comparado con los no bebedores que presentaban 55 por ciento.
El té verde, además, posee la capacidad de disminuir los niveles de colesterol LDL con un consumo de una a seis tazas diarias. Investigadores de la National Cheng Kung University hallaron que el riesgo de desarrollar hipertensión arterial en las personas que consumían de una a dos tazas de té verde diarias, por al menos un año, era un 46 por ciento menor que los que consumían menos de una taza.
El consumo de sólo dos tazas diarias reduce el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular de 22-23 por ciento, concluye otra investigación.
La dosis ideal son 3 tazas por día
La dosis de té verde recomendada varía ampliamente. En general, está basada en la cantidad típicamente consumida en los países asiáticos: alrededor de 3 tazas por día, que proveen entre 240 y 320 mg de polifenoles.
Sabemos que en el mundo occidental no todos ingieren té verde. Por eso, suplementar con cápsulas o comprimidos es una estrategia inteligente para los que desean obtener sus beneficios
Este milenario té se prepara con hojas de Camelia Sinensis
Se trata de un arbusto con hojas verdes y flores de color blanco amarillento que se planta con un máximo de dos metros de altura para facilitar su cultivo. Existen dos tipos principales de té. Ambos se obtienen de las hojas frescas de la Camelia Sinensis.
Se dejan secar al sol o al aire caliente y, posteriormente, se muelen. Cuando las hojas son obtenidas sin procesar, mediante la oxidación y la fermentación, se logra extraer el té verde. Si se exponen por largo tiempo al sol y al aire después de haber sido maceradas, debido a la oxidación que se genera por la exposición solar, se obtiene té negro. La fermentación reduce los niveles de algunos compuestos fenólicos como los antioxidantes.
