Queridos hermanas y hermanos, sí, ya lo sé, gritemos nuestra verdad: este año más que nunca….¡¡necesitamos vacaciones!! ¿Será la pandemia y la cuarentena, el exceso de trabajo on line, la insistencia de la palabra “no” sobre nuestros sueños, las postergaciones, la violencia cotidiana en los noticieros y en la vida, la lectura continuada de los diarios en la web?
No lo sé, pero más que nunca estamos agotados, cero pila, y como pescadores ansiosos arrojamos el anzuelo a la fecha del calendario en el que nos toca partir para adelantarlo, al menos en la imaginación. Por eso, rezo por nosotros y como pastor líder de una religión de argentinos estresados pido en vuestro nombre a Dios que en nuestro período de descanso merecido que se avecina:
1) Que nos den la autorización nacional, provincial, municipal para que podamos salir de aquí, entrar donde queremos ir y volver, sin que tengamos que hisopar hasta al gato. Y que al regreso no nos hagan hacer una fila de diez kilómetros para que una enfermera nos analice la saliva.
2) Que salga el sol todos los días y haya lindo tiempo, y que los dermatólogos nos sugieran, de paso, qué hacer en la playa si es cierto que no debemos tomar sol entre las 11 de la mañana y las cinco de la tarde. Y encima estar a dos metros de otro ser humano.
3) Que por esta vez los conductores de micros, los pilotos aeronáuticos y los maquinistas de trenes elijan otro mes para hacer paros, huelgas y sentadas. Y si nos van a obligar a usar barbijo en esos vehículos que dejen prendido el aire condicionado y destrabados los baños.
4) Que no haya piqueteros reclamando el aguinaldo de los planes Descansar cortando la ruta de tu travesía.
5) Que el hotel en el que reservamos una habitación triple con vista al mar no nos manden luego a un sótano mono-ambiente por un supuesto error administrativo.
6) Que podamos leer el menú de los restaurantes de izquierda a derecha y no al revés, asustados por los precios.
7) Que si vas en casa rodante por un camino perdido no te pare un agente del orden para pedirte hasta el certificado de vacuna antivariólica del vehículo.
8) Que si navegas en crucero, tu hija adolescente no se enamore del excesivamente maduro saxofonista de la banda de jazz del barco.
9) Que si tu auto se descompone en la ruta los demás te ayuden en lugar de tocarte bocina.
10) Que si fuiste a Las Toninas no te pique un agua viva y si llegaste a Tokyo, no te pierdas en la ciudad sin la dirección del hospedaje en el bolsillo.
Bueno, no me tomen tan en serio, quise ponerle un toque de humor ácido a algo que debería ser placentero pero en esta oportunidad nos llena de ansiedad y de incertidumbre, al menos hasta que volvamos sanos, salvos y más felices.
