“Es un Carlín amoroso, que necesita el cariño de todos y se deja mimar. Le hace bien reirse. Quedó su verdadera esencia”, asi definió Carina Galucci a su ex marido durante una nota que le hizo Jorge Rial a Intrusos en diciembre del 2019, cuando había sido internado por una neumonía.
A pesar de que ya llevaban más de 10 años separados, Carina nunca dejó de ocuparse del actor: ella era quien lo llevaba al médico, coordinaba su internación domiciliaria, hacia trámites en la obra social y lo visitaba a diario. Una mujer incondicional que estuvo con él hasta el último momento.
Un amor distinto que lo cautivó por completo
Carina Galucci y Carlín Calvo se conocieron en 1996. El tenía 43 años y era el galán indiscutido del momento. Había estado en pareja con actrices tan bellas como talentosas -Luisina Brando, Adriana Salgueiro, Patricia Etchegoyen y Marisa Mondino, entre otros- pero nunca se había casado y la idea de tener hijos no terminaba de seducirlo. “Carlín le escapa al compromiso”, decían sus amigos
Pero algo distinto pasó cuando conoció a Carina, una psicóloga varios años más jóven que él, que lo enamoró con su dulzura y serenidad. Aseguran, los que presenciaron el comienzo del romance, que a Carlín le encantaba la calma con que ella se tomaba el acoso de las fans y que siempre estaba dispuesta a escucharlo y darle un consejo.
Tres años después de conocerse se casaron, casi clandestinamente. El actor siempre fue fóbico a la prensa -cuentan que un verano pasó casi 3 meses encerrado en su casa del barrio Los Troncos, en Mar del Plata, sólo yendo al teatro a trabajar para evitar a los fotógrafos- y evitó que la noticia de la boda se filtrara a la prensa.
Por aquel entonces ya había nacido su primer hijo, Facundo, y a Carlín se lo notaba eufórico. “Con Carina pude, de una vez por todas, conocer la felicidad. Y ahora, con la llegada de Facundo, somos tres juntos para disfrutar de la vida”, confesó pocos días antes de que sucediera lo inesperado: en marzo de 1999 sufrió su primer ACV.
La recuperación fue lenta y Carina su gran pilar
Si bien este ACV sólo afectó su capacidad muscular, la recuperación fue lenta y muy difícil desde lo emocional. Pero allí estaba Carina, su compañera incondicional, dispuesta a ayudarlo en su recuperación sin dejarse vencer por la irascibilidad que afectaba al actor.
Cuentan sus amigos que Carina se llevaba la peor parte: cuando los kinesólogos abandonaban la casa, era ella quien debía lidiar con un marido malhumorado y alteradisimo y un bebé recién nacido.
La recuperación llevó meses e incluso decidieron terminarla en Cuba: alli se trasladaron para vivir varios meses. Carina nunca se quejó por tener que enfrentar sóla la mudanza y hasta era la encargada de darle esperanza al actor. “En poco tiempo vas a estar arriba de un escenario”, dicen que ella le decía cuando el se dejaba vencer por el desanimo.
Los años pasaron y en el 2006 llegó Abril, la familia estaba felíz y Carlín ya, completamente recuperado, ensayaba para protagonizar la obra El prisionero de la segunda avenida, dirigido por Norma Aleandro. Todo parecía haber vuelto a la normalidad y comenzaron a lloverle propuestas de trabajo.
Y llegó el peor momento
En el 2008 se habló de la primera crisis matrimonial. Según la prensa, Carlín había vuelto a las andadas de su época de galán y Carina había descubierto que lo engañaba con una actriz (nunca trascendió su nombre). Calvo negó todo y Carina decidió darle una oportunidad más a la pareja.
En el 2010, se preparaba para estrenar la obra Taxi, en Mar del Plata, cuando (sólo unos instantes antes de subir a escena) sufrió un nuevo ACV. Este fue mucho peor que el primero. Carina fue la encargada de contarle a la prensa cuáles eran las consecuencias: “Perdió la capacidad de leer y escribir. Solamente firma y escribe su nombre. No tiene memoria inmediata y se confunde las palabras pero comprende perfectamente lo que le decimos”.
Cuando el amor es más fuerte
Lo que muchos no sabían es que, unos meses antes de que Carlín sufriera el segundo ACV, la pareja había decidido separarse. Es más, Carlín ya le había confirmado que se quedaba en Mar del Plata, solo, toda la temporada y, cuando volvía en marzo a Buenos Aires, buscaba un departamento para mudarse, cerca de Carina y los chicos asi podía visitarlos con frecuencia.
Sin embargo, y a pesar de lo convenido por la pareja, Carina no lo abandonó nunca. Junto fuerzas -que ya creía no tener- y volvió a cuidarlo como en 1999. Cuando terminó la internación fue ella quien contrató a las 6 personas que cuidaban de Carlín en su casa y, si bien, con el tiempo, admitió que ya no eran pareja dejó en claro que jamás iba a dejar solo al padre de sus hijos, al hombre que fue su gran amor
“Entre nosotros dos no hay rótulos: no soy ni la esposa, ni la amiga, ni la amante….el amor trasciende todo eso y nuestros hijos hacen que se mantenga esta unidad”, confesó Carina hace unos años y ya nadie más volvió a preguntar cuál era el vínculo entre ellos. La explicación había sido tan clara como contundente.
