La vida nos desafía permanentemente: nos pide elegir y tomar decisiones. Si no estamos en contacto con nosotras mismas, no conectamos con nuestras necesidades y deseos y no sabemos lo que queremos, es muy difícil ir hacia lo una necesita y quiere.
Preguntarse qué cosas necesitamos y deseamos; qué metas nos motivan.
La motivación es lo que nos mueve a ir hacía algo, lo que le da sentido a nuestro día a día.
Una motivación que nos induzca a vivir con plenitud y gusto por lo que hacemos y no a una repetición cíclica de decisiones displacenteras de las cuales no podemos salir.
Son muchos los recursos que nos pueden ayudar a estar en conexión con nosotras mismas. La psicóloga y escritora Alicia López Blanco, autora de una larga lista de libros, el último, Ser, Hacer y Trascender (Ed. Albatros) compare algunas claves y actividades para empezar.
Trabajar en la conciencia corporal
El cuerpo habla y es lo más concreto que tenemos. Es importante estar atentas a las sensaciones, a los síntomas y a lo que el cuerpo nos va contando a través de sus malestares o de esas pequeñas sensaciones de incomodidad o molestias.
Las emociones tienen lugar en el cuerpo y nos afectan como personas integrales que somos.
La agitación emocional está relacionada con la descarga de hormonas y neurotransmisores que nos avisan que estamos experimentando una determinada emoción. Y es anterior al pensamiento.
Los ejercicios de relajación
Una buena idea y un buen punto de partida cuando no se tiene la experiencia de meditar. Se puede comenzar escuchando alguna de las relajaciones progresivas de Jackobson, que ayudan a entrar en contacto con la contracción y distensión de las distintas partes del cuerpo.
Encontrar momentos del día para entrar en conexión con la respiración y con el cosmos como totalidad es fundamental.
Ayuda mucho al bienestar.
Identificar objetivos pendientes
Vamos a encontrar asignaturas que venimos postergando, no solo en este año de pandemia, sino durante años.
Es bueno conocerlas para resignificarlas y encontrarles una forma posible en nuestra actualidad.
Escribir para conocernos cada vez mejor
Es un recurso muy terapéutico. En forma de diario y al final del día: ¿qué fue lo mejor que me pasó hoy?, ¿cómo me sentí?, ¿qué puedo agradecer?
Una caricia, una nueva flor en el jardín: cosas mínimas que a veces pasamos por alto. Lo que sea que nos haya conectado con nuestra parte más sensible y espiritual.
Poner en palabras los pensamientos o eventos del pasado ayuda a soltar aquello que no podemos modificar. No se puede volver atrás, pero sí podemos escribir y soltar.
Meditar, bailar, escuchar música, leer
Todo lo que nos conecte con el placer, pero que a la vez nos saque de los lugares de confort.
Esos en los que nos movemos con mucha comodidad pero que nos alejan del bienestar.
Buscar un libro de un género diferente al que estamos acostumbradas, elegir un playlist distinta contribuye a empezar a resonar en un sentido diferente al de siempre.
¡Y qué mejor momento que ahora!, que el año está casi en blanco.
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