Salud, trabajo, dinero y amor para los 12 meses del nuevo año. Un deseo por uva, en Nochevieja, antes de las 12. Entre una y otra, un sorbo de vino. No importa si son blancas, negras o pasas: el ritual lo admite.
La explicación desde España medieval
Esta costumbre, arraigada en Latinoamérica, parece haber sido heredada de España y llegó hasta nosotros junto a las oleadas inmigratorias. Existen algunas explicaciones de su origen, como la que se remonta al año 1909, cuando en la región de Alicante se dio una excelente cosecha de la variedad de la zona, llamada Aledo.
Con el objetivo de aumentar sus ventas, los productores salieron por las calles con sus canastos repletos, diciendo que era un buen augurio comer estas uvas blancas.
Otra versión que se originó en Francia y en Alemania
Otra investigación afirma que existía la costumbre en las clases altas de Francia y Alemania, de comer uvas con vino blanco como sofisticado aperitivo. En España imitaron la tradición, y las clases más bajas hicieron su propia versión: se juntaban a beber vinos espumantes con 12 uvas para burlarse de los sectores poderosos de la sociedad.
Versión autóctona del ritual de comer 12 uvas a las 0 horas
Más allá de su origen, la costumbre por nuestras tierras es respetada por muchos, incluso hay quienes reemplazaron las uvas frescas por pasas.
Total, si de pedir buenos deseos se trata, no importa la manera, sino enfocar las buenas energías para lo que se viene.
12 uvas frescas, negras o verdes. 12 pasas de uva. 12 buenos deseos y ¡Feliz año nuevo!
