Desde lo alto parecen las alas de una mariposa que se despliegan en medio de un paisaje selvático maravilloso: es la propuesta del estudio griego 314architecture para un complejo costero residencial ubicado en Vouliagmeni, a 25 kilómetros del centro de Atenas y muy cerca del mar.
La estructura, Butterfly, está formada por una serie de curvas orgánicas que dan lugar a 4 unidades independientes distribuidas en dos plantas muy distintas entre sí. En el medio, un jardín y un lago artificial se integran al paisaje.
Desde cualquier rincón de la casa se pueden apreciar las vistas al mar porque toda la superficie está vidriada.
El vidrio templado tiene un doble beneficio: por un lado, permite el ingreso de luz desde el exterior durante todo el día; por otro, funciona como filtro distorsionador, manteniendo la privacidad de los ocupantes de la casa.
Las uniones entre las alas de la mariposa también son de este material, en su versión mate.
El cemento en color blanco aparece en las paredes, el piso y el techo.
Una serie de rocas se apoyan sobre los lagos artificiales que conectan los balcones de la planta baja, ofreciendo un recorrido casi selvático.
En el interior, la decoración es de líneas orgánicas y simples. Con muebles de líneas curvas y en colores claros. La madera también es protagonista.
Cada detalle aporta al concepto principal: lograr la armonía perfecta con la majestuosidad del paisaje.