Si bien muchas empresas, y cada vez más, crean iniciativas para cuidar y potenciar las vidas personales de sus colaboradores, es un desafío de cada persona encontrar el suyo. Y cuando sos tu propia jefa, esos desafíos son aún más grandes.
Si a esto le sumamos, que la mayoría de nosotras, hoy trabaja desde casa y que las dinámicas cambiaron mucho, es clave aprender a manejar tiempos y límites que nos hagan bien y, al mismo tiempo, nos mantengan motivadas y creativas.
"En mi experiencia, para alcanzar un equilibrio entre vida profesional y personal, es necesario establecer objetivos y ser flexible, no siempre sale todo como nos gustaría, pero debemos ser resilientes y aprender a adaptarnos. También, reconocer que no somos máquinas y que si tratamos a los demás como nos gustaría que nos traten, el resultado probablemente sea diferente”, comenta Úrsula Krochik, manager de producto de Real Trends.
¿Sabías que, según un informe tomamos más de 35 mil decisiones por día y más del 90% de ellas las hacemos en forma automática? Entonces, todo lo que podamos hacer para crear espacios que nos ubiquen out of the box, nos va a permitir equilibrar mucho mejor nuestro trabajo con el resto de nuestra vida para pensar de forma más asertiva y sentirnos más relajadas.
4 consejos que te van a ayudar a lograrlo:
- Seteá prioridades y equilibrá la agenda. Si bien hay muchas tareas que son urgentes, también hay muchas otras que pueden esperar hasta mañana. Si ordenás tus prioridades, vas a poder cortar a tiempo y hacer otras actividades que también te interesen por fuera de tu trabajo. Entonces, mañana vas a estar más contenta y más productiva para encarar y cumplir tus objetivos y proyectos.
- Querer desconectarte está bien y no tenés que disculparte por ello. Si sos de pedir perdón por tardar en responder un audio de WhatsApp o un mensaje en Slack, recordate esto: desconectarte de las pantallas con microcortes es una buena práctica, pero también es necesaria. No todo mensaje tiene que ser respondido en el momento. No pierdas energía en lo que no justifica una explicación. Mejor usala para avanzar en las prioridades del día.
- Conocé tu creatividad. Solo vos sabés en qué momentos del día tendés a ser más creativa o cuándo te concentrás con más facilidad. Un consejo es: armate rutinas de trabajo que estén alineadas a esos tiempos propios. Entonces, por ejemplo, calendarizá tus tareas equilibrando los horarios con esas frecuencias que ya sabés que tenés.
- Aprendé a delegar y confiá en tu gente. Cada tarea suele tener a un responsable y, si sos buena líder, vas a saber transmitir el disfrute de los objetivos cotidianos para rodearte de personas que puedan desarrollar lo mejor de sí mismas y de los proyectos que compartan y tengan a cargo.
"Disfrutá de cada etapa y aprendé en el camino, porque si hacés lo que te gusta, probablemente no sientas que es trabajo. Para lograrlo, rodeate de gente que sienta lo mismo o ayudala a descubrirlo", agrega Úrsula.
Probá estos consejos para ser menos autoexigente y enfocar esa energía en poder disfrutar más de tu trabajo y de tu vida personal. El 2021 nos desafía y nos presenta la oportunidad de elegir de forma más consciente a qué proyecto queremos darle atención y cómo hacerlo de la mejor manera.
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