En Exaltación de la Cruz, provincia de Buenos Aires, visitamos la chacra El Chaja, de inspiración mallorquina, 100 % estilo rural caracterizado por la rusticidad y el despojo.
Es una obra del arquitecto Manuel Cotello (@manuelcotelloarq) más el interiorismo de baca estudio (@baca.estudio).
Los vidrios repartidos de hierro son protagonistas de un pequeño jardín interno que conecta el living y el comedor, para lograr una mayor entrada de luz y generar un pulmón verde entre ambos ambientes.
Una gran puerta de madera de incienso se abre y nos invita a entrar al Chaja. Y un ventanal del piso al techo permite disfrutar el verde y la vista abierta hacia la pileta de la chacra.
Como recibidor, un mesón, un banco de carpintero antiguo con objetos decorativos, muchos originales del campo y otros traídos por baca.estudio de Bali.
Galería con parrilla con frente revestido en listones de madera recuperada. Techo de galería y pérgola de Eucalipto sin cepillar. Una gran mesa con tablón de madera de Petiribi y caballetes. Sillas de directorio (La Maceta).
El living tiene piso de Travertino al natural, sin pulir, con ventanales de vidrio repartido en hierro color negro. La mesa ratona fue hecha por el arquitecto de la obra, Manuel Cotello, con los mismos tirantes de madera que se utilizaron para el techo.
Los sillones fueron hechos por baca.estudio, con fundas de lino (géneros De Levie) y almohadones (géneros De Levie y Casa Baldo). Cortinas de lino con arrastre (géneros Delevie) y una salamandra convectora que enmarca el espacio, otro diseño exclusivo del arquitecto.
En el comedor, una mesa de madera de Petiribi hecha a medida con sillas de ratán y lampara de hierro, todo importado de Indonesia. Las puertas corredizas que conectan con la cocina son de madera recuperada.
En la cocina, un mesón antiguo de Pino Oregon traído de un campo de Villa La Angostura. Las banquetas de hierro son de estilo industrial, hechas con asiento de tractor. Mesadas de microcemento con frentes de bajo mesada de madera rústica, igual que el resto de las maderas de la casa, sin ningún tipo de terminación ni protección. Todo al natural.
Al fondo de la imagen, grifería de FV, y como iluminación, dos plafones de luz tipo galponeros. El vajillero también está hecho con maderas recuperadas.
La habitación principal está situada con vistas al parque frontal y lateral, para un perfecto relax. Sobre la cama matrimonial, un acolchado de lino y almohadones hechos a medida (telas De Levie).
Las cortinas de lino son iguales que el resto de la casa. Cómoda y silla de época son originales del campo, y el velador de cerámica fue hecho a pedido por la ceramista Lucía Cotello, hija del arquitecto (Taller de Lu).
En el techo de madera, una lámpara antigua colgante.
Al toilette se accede a través de una puerta corrediza de maderas recuperadas. La bacha fue hecha a pedido (Taller de Lu) apoyada en un mueble realizado con una antigua mesa de coser y espejo de madera restaurado.
Vistas de la pileta y la parte trasera de la casa, protagonista de la chacra durante encuentros familiares y con amigos.
La chacra tiene caballos y una huerta elevada de 6.5 metros de largo en la que se plantan verduras y hierbas. Definitivamente, un lugar para relajarse y conectar con la naturaleza.
Producción: Floppy Dursi. Fotos: gentileza José Carballo Citrino (@jose_carballo_citrino).
Más información: parati.com.ar