Con colores muy vibrantes y materiales reciclados, el estudio de arquitectura londinense Office S&M transformó una tradicional casa de dos pisos en la que vive una familia en un espacio lúdico y súper creativo
El proyecto, Mo-tel House, incluyó la remodelación de la planta baja de la casa ubicada en Islington, al norte de la capital inglesa.
El equipo de arquitectos intentó seguir el pedido de sus clientes -una pareja, con cuatro hijos-: lograr un hogar alegre, brillante y colorido para atravesar el aislamiento con el espíritu del hogar bien arriba.
Y vaya si lo lograron. Los colores fueron claves para transmitir alegría aún a pesar del encierro provocado por la pandemia.
El equipo convirtió cada zona húmeda, oscura y estrecha en un lugar lleno de sorpresas para los niños que viven en la casa.
Pensando en ellos, los creativos le dieron vida a espacios de guardado secreto y abrieron el juego a diferentes espejos, que también se usaron de manera estratégica para volver más luminoso el lugar.
Uno de los grandes cambios a la vista es la apertura de la cocina y el comedor, quitando las paredes internas.
Ese espacio familiar incorpora zócalos para trepar, superficies suaves para acurrucarse y pequeños espacios para meterse.
Los arquitectos, además, se ocuparon de diseñar cada mueble y desplegaron colores, espejos e iluminación con un efecto dramático.
Los colores tropicales y los espejos tintados se utilizan en todas partes para reflejar y enmarcar las vistas, distorsionando la escala y sugiriendo nuevos mundos.
La segunda vida de los muebles
El estudio eligió materiales con una existencia previa y una historia que contar: superficies hechas de botellas de leche derretidas y descartadas; con tablas de cortar formaron encimeras de mármol lujosas para el inodoro.
El terrazo verde de la cocina es en base a virutas y recortes de mármol.
Además, cada mueble tiene una doble función. Un banco rosa y azul con dosel actúa como asiento de comedor, acogedor rincón de lectura, lugar de almacenamiento o estante para mostrar objetos sentimentales de la familia.
El objetivo es que cada miembro de la familia encuentre nuevos usos para los muebles y, a través de esta reinterpretación y multiplicidad de usos, se asegura la longevidad y se reducen los desperdicios.
Los picos y los arcos de los muebles crean una sensación de cerramiento en cada uno de los espacios, además de hacer referencia a los edificios de la ciudad circundante.
La iluminación está diseñada para que ingrese en diferentes direcciones, contrarrestando la luz solar que es reducida en la planta baja.
Cada área de la casa puede iluminarse con diferentes niveles y los tonos se pueden ajustar de forma remota y pensada para responder a los cambios de estación y al estado de ánimo.
Cosas que pasan cuando la arquitectura interpreta muy bien las necesidades de la vida cotidiana.
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