Eugenia Tobal y Francisco García Ibar se conocieron cuando la actriz llevó a su amado perro Romeo, al campo que tiene en Zárate (a pocos kilómetros de CABA) que se llama Canilandia y es algo asi como el Disneyworld de los perros. En ese espacio -de 70 hectáreas- Francisco instaló un gran tanque australiano como pileta de verano y armó una especie de colonia de vacaciones para perros.
Tres veces por semana, el adiestrador lleva a los perros a pasar el día a Canilandia y vuelven a sus casas cansados pero felices de haber disfrutado de una hermosa jornada al aire libre. “Asi como a nosotros nos hace bien salir de nuestra rutina, a los animales también les hace bien pegar saltos y correr, sentirse libres.
Cuando llega un animal nuevo me dedico a estar sólo con él un tiempo, generando un vínculo de confianza y permitiéndole reconocer el territorio. Cuando noto que ya está relajado, le voy presentando al resto de los integrantes de la manada”, explicó Francisco en una nota que le dio al sitio sololideres.com.ar.
Un hotel de campo para perros
García Ibar estudió adiestramiento canino en la UBA y allí fue gestando la idea de este hotel de campo en el que los perros pueden irse de vacaciones o disfrutar de una especie de colonia de verano. El campo cuenta con mucho espacio verde, árboles añosos, dos areneros, bosque, laguna y la casa principal, que es donde duermen los integrantes del staff de su empresa -llamada La manada- y también los perros.
Un amor que nació con Romeo
Hasta allí llegó un día Eugenia Tobal para conocer las instalaciones del lugar porque quería un lugar de esparcimiento para su perro Romeo. Francisco la llevo a recorrer el lugar, visitaron los galpones graneros -la actriz quería saber qué hacían y dónde estaban los perros en los días de lluvia- y él le explicó que su lema era que los perros se fueran de Canilandia con la sensación de haber tenido la mejor estadía d su vida en ese lugar
Dicen que Eugenia quedó muy conmovida por las palabras del adiestrador y, a los pocos días, se comunicó con él para que pase a buscar Romeo por su casa y lo lleve un día de prueba al campo. Ahí, Francisco le explicó que, en su primer día en Canilandia, Romeo sería sometido a una evaluación, como todos los perros con los que trabaja.
“Yo primero hago una evaluación del animal para poder realizar adaptaciones en caso de ser necesario. ¿Cómo es este estudio? Primero hago una prueba de socialización e integración al lugar (que dura una hora) y luego lo llevo al tanque de agua para ver cómo se lleva con él”, contó Francisco -que se define como “Un enfermo obsesivo por los perros. Hace 16 años que vivo brindándoles afecto a ellos y a sus dueños”- en sololideres.com.ar
Charlas profundas e íntimas
Pero la pregunta del millón es: ¿Cuándo se enamoraron Eugenia y Francisco?. Según contó en una entrevista que le dio al diario La Nación, todo comenzó de a poco. “Nos empezamos a conocer en esas sesiones de adiestramiento y, casi sin querer, nuestras charlas empezaron a profundizarse, fuimos abriendo nuestros corazones y dándonos cuenta de que nos gustaba encontramos por la razón que fuera”, confesó.
Y, como para dejar claro su sentimiento por su mujer y la mamá de su hija Ema asegura: “La relación se fue gestando en esas charlas que teníamos pero la verdad es que Euge me mató de amor”. Hoy Eugenia Tobal y Francisco García Ibar dividen su tiempo entre CABA y Zárate y se los ve unidos, enamorados y felices.