Soledad Villamil y Federico Olivera se casaron en una íntima ceremonia en el registro civil de San Antonio de Areco. Tras más de 20 años de relación y dos hijas, Violeta y Clara, los actores “dieron el sí” en un entorno íntimo, rodeados de sus familiares y amigos más allegados.
Los artistas iniciaron su relación cuando se conocieron en la filmación de La vida según Muriel, en 1997, en Villa La Angostura. El amor nació en un paisaje bucólico y silencioso, con lago y montañas. Sus comienzos fueron muy bajo perfil, con alguna salida al cine y una foto robada entre las butacas y la oscuridad de la sala.
La relación fue prosperando y creciendo, primero llegó Violeta y, tiempo después, Clara.
Durante todos estos años, se acompañaron mutuamente en sus carreras en cine, televisión, teatro y en la música, que es un gran punto en común entre ellos: “Nos divertimos haciéndolo. Las tres canciones que compartimos surgen de momentos en los que la pasamos bien. Tiene más que ver con sentarse a jugar que con otra cosa”, declaró en una entrevista al diario Ámbito Soledad Villamil en torno a la participación de su marido en uno de sus discos.
“La música es un sostén para nosotros. Es un lugar de encuentro. Él es músico y eso ayuda a que en mi casa siempre haya una situación en la que cualquiera de los dos, junto a nuestras hijas o amigos, nos ponemos a dar vueltas alrededor de una canción”.
Cuando le preguntaron, en otra ocasión, si tenían algún secreto para continuar adelante, la actriz dijo: "No podría decir cuál es la clave porque cada pareja debería descubrir la suya. Pero en nuestro caso, divertirnos y pasarla bien. Hay que cagarse de risa. El día que eso no pase, señal de alarma (sonríe). Sabiendo que ninguno es el dueño del otro, hoy estamos juntos, mañana no sabemos. Somos personas independientes. No hay celos, sí un compromiso de amor que hoy está más fuerte que nunca", declaró a la revista Noticias.
Y, con respecto a hacerse el tiempo para no perder el vínculo, con carreras tan exigentes, dos hijas y todo lo que eso conlleva, Federico declaró a La Nación: “Hace falta imaginación y aceptación, básicamente eso. Tenés que poder estar muy abierto, adaptado siempre a los cambios, sobre todo cuando hay giras porque son complejas. Hay que aceptar también, que es la parte más complicada”, expresaba por entonces el actor. “Sí, la imaginación es importante, y también encontrarle lo interesante a cada pequeño momento”, añadía su ahora flamante esposa.
El año pasado, la pareja encaró varios proyectos en común: brindaron un seminario de actuación, así como estuvieron presentes en vivos en sus redes, donde charlaron sobre su profesión. También dieron una clase magistral titulada “La escena escrita, la escena actuada”. A finales de 2020, también tocaron juntos en el teatro El Picadero. “Terminar el año haciendo unos shows en vivo fue un regalo para el alma. La terraza se llenó de música y fuimos muy afortunados de poder compartirla”, expresaba Villamil en Instagram sobre su vuelta al ruedo como cantante arriba de los escenarios, con su esposo a su lado.
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