Claudia Fontán, también conocida como La Gunda, arranca en MasterChef Celebrity y seguramente recordará momentos clave de sus infancia durante el programa. Nació en Hurlingham siendo la del medio entre dos hermanas. Sus padres se separaron cuando ella era chica y ahí supo lo que era pasar necesidades. Algunos días no tenían ni para desayunar.
"Yo tenía 8 años cuando mis padres se separaron. Mi mamá, Adelma, era la típica señora que se separa a los 38 años y se da cuenta de que no sabe hacer nada. Nada. Al principio mi abuelo nos ayudaba, pero cuando murió nos quedamos sin la plata del abuelo y ahí fueron uno o dos años de penuria. Entonces mamá descubrió que le gustaba coser, y empezó a hacer trajes para las escuelas de danzas y estuvimos mejor. Pero pasamos épocas tremendas. Tremendas. De hambre. De hambre mal", contó La Gunda en una entrevista a La Nación.
Cuando no tenían qué comer, Adelma sentaba a sus hijas debajo de la higuera y les hacía creer que no había nada más maravilloso que saborear higos mientras cantaban canciones bajo la sombra del árbol.
"Nos lo hacía vivir como una aventura. Venían a cortarnos la luz, y mamá decía a bajar las cortinas, a esconderse, que vienen a cortar la luz. Cuando pasás ese momento decís qué infeliz que soy. Cuando sos grande y ya pasaste por eso lo agradecés. Yo sé que con una taza de arroz y un poco de aceite estoy una semana. No me preocupa no tener. Hoy quiero mucho a mi papá, y tengo muchas ganas de estar con él y también pienso que gracias a su ausencia hoy me arreglo sola, y no me muero si no tengo qué comer en el desayuno", comentó La Gunda.
Puertas afuera de la casa, nada hacía sospechar que las Fontán pasaban hambre: las tres hermanas seguían yendo al mismo colegio privado (donde estaban becadas) y a la misma academia de danzas. "Mamá nos mandaba a estudiar danza, canto, zapateo americano, español, folklore…". De hecho, una de sus hermanas, Alejandra, terminó siendo profesora de teatro y la otra, Paula, bailarina.
"Yo era tímida. Mi doctora le dijo a mamá: Mandala a estudiar algo que tenga que ver con la expresión. Y a mí me gustaba la plástica. Pero mamá dijo: No, vos tenés que hacer cosas que te vinculen. Hoy le agradezco. Si no, estaría a amasando plastilina. Es que papá pinta, y se ve que yo quería estar más cerca de papá por el dibujo, pero mamá dijo vos también sos mía, como tus hermanas, así que vamos, a bailar", contó.
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