Agrandar la casa, aprovechar más y mejor los espacios y que queden lindos es lo que todos queremos. Y uno de los trucos de la decoración que se impuso en los últimos tiempos es el de sectorizar espacios a través de la pintura.
La técnica, llamada pintura sectorizada, consiste en conseguir un efecto visual de separación de un mismo espacio solo a través de la pintura. Sin usar ningún elemento extra y sin demasiada inversión.
La pintura sectorizada delimita la visión de un espacio en zonas, y además potencia la decoración de una manera rápida y súper efectiva. Y todo usando el color y la forma.
¿Cómo hacerlo? Primero, hay que elegir sobre qué pared se aplicará este truco del interiorismo tendencia.
La pintura sectorizada apuesta a jugar con el color y también con el diseño y los efectos diferentes que estos puedan generar.
Una sola franja de color en la pared puede provocar un punto de atracción inmediato en un ambiente, tanto para renovar la experiencia visual del espacio como así también para guiar una nueva organización.
Colores y formas de la pintura sectorizada
Los colores que más se recomiendan para poner en marcha la estrategia de la pintura sectorizada son los más intensos y alegres para generar un efecto inmediato tanto en la deco como en el objetivo de crear zonas desde la pared.
Una vez elegidos los colores, hay que optar por la combinación y engamado en las mismas tonalidades y línea cromática o, por el contrario, el contraste. Vos elegís.
Eso si, el color block no falla, igual que el mix blanco y negro.
En cuanto a las formas, las líneas rectas y geométricas son las más utilizadas, aunque las opciones de líneas sinuosas e irregulares también; son más arriesgadas pero válidas.
Dónde aplicar la pintura sectorizada
¿Y dónde aplicarlo? Por supuesto, en las paredes, tanto las planas como aquellas que tengan detalles para potenciar y ocultar.
Pero atención que el techo -ese gran olvidado de la decoración- también puede ser una buena opción para pintar y cambiar la vista de un cuarto.
La pintura sectorizada puede marcar tanto la transición de un ambiente a otro como destacar un elemento dentro del mismo, o generar perspectivas y profundidades diferentes.
Un ejemplo claro en este sentido es pintar el respaldo de la cama en una habitación. Y puede ser de chicos y adolescentes y también en un dormitorio principal.
Porque si bien la pintura sectorizada se identificó primero como un recurso para aplicar en ambientes infantiles -cuartos y playrooms- de inmediato la técnica dio el salto hacia todos los espacios de la casa, conquistando zonas inexploradas por el color y proporcionando un estilo lúdico y alegre.
Igual que en el ejemplo del respaldo de cama, un mueble -sillón, un aparador, una cómoda- puede tomar protagonismo al instante apenas enmarcando “su territorio” con un color que se despegue de la tonalidad general de la pared sobre la que se apoya.
Ahora que ya saben cómo hacerlo, volvamos al punto uno… Elegir un espacio, un color ¡y a pintar!
Más información: parati.com.ar