Hoy viernes 19 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, fecha instaurada por la Sociedad Mundial del Sueño. Este año, mediante el lema "Sueño regular, futuro saludable”, se busca concientizar sobre la importancia mantener una regularidad en los horarios del dormir y cómo esto puede traer innumerables beneficios para nuestra salud.
Según la Dra. María Alejandra Rodríguez Zía, médica clínica y endocrinóloga, "el buen dormir es una de las mejores formas de preservar nuestra salud cerebral. El cerebro requiere de 8 horas de un buen descanso para que su actividad eléctrica pueda ser compensada con la diferencia de su actividad durante la vigilia".
La médica advierte acerca de los riesgos insomnio, padecimiento que puede llevar a la muerte neuronal. "La excesiva excitabilidad de las neuronas conlleva a la muerte neuronal, por lo tanto hoy sabemos perfectamente que si padecemos insomnio, esto va a reproducir una carencia cada vez mayor de neuronas", afirma.
Y añade: "En tiempos de pandemia y de cuarentena, el insomnio ha aumentado muchísimo. Por esta razón es que tenemos que conocer la manera de defendernos de este problema, para que nuestra función cognitiva, nuestra capacidad de aprendizaje, nuestra memoria y por último que nuestra felicidad también prevalezca -porque la función cerebral es la que nos permite tener buenos pensamientos y tomar buenas decisiones-, es primordial tener un buen dormir".
Alteración del sueño y ritmo circadiano
El sueño nos ayuda a sincronizar funciones como la frecuencia cardíaca y respiratoria, el aprendizaje, la memoria, el apetito, la actividad física, la inmunidad y la salud en general. Funciona como un reloj que dura casi un día, y por eso se lo llama ritmo circadiano. Cuando por diferentes motivos se altera el sueño, se alteran también todas estas funciones.
“La alteración del sueño y del ritmo circadiano puede afectar la nutrición, la respiración durante el sueño, la presión arterial, la percepción del dolor, el humor. A su vez, esto puede desencadenar, por ejemplo, el empeoramiento de problemas psiquiátricos y el abuso de sustancias", explica el Dr. Nahuel Pereira Silva, médico neurólogo de la Clínica de Sueño de INEBA.
Y añade: "Uno de los trastornos más frecuentes es el insomnio, que afecta a más del 25% de la población y en algunos grupos puede alcanzar hasta un 60%. El dormir mal baja la calidad de nuestro sueño, disminuyendo nuestro estado de alerta. Tenemos sueño durante el día, rendimos menos, nos concentramos menos y disminuye nuestra motivación”.
Mal dormir y enfermedades
También existen los llamados trastornos del sueño por corrimiento de fase. Estos son una exacerbación de los patrones “búho” y “alondra”, que impactan en la calidad de vida. Aquí se incluyen los problemas surgidos por trabajar a la noche o en horarios rotativos y de viajar a un país con un horario opuesto.
“Si dormimos mal estamos más cansados durante el día, por lo que hacemos menos actividad física, comemos más, se altera el equilibrio de las hormonas que nos dan hambre y saciedad, y empeora aún más nuestro sueño. Todas estas alteraciones se asocian a diabetes, colesterol alto, obesidad y apneas”, agrega el especialista.
Recomendaciones para un buen descanso
● Esperar al menos dos horas luego de la cena para ir a la cama
● Exponerse al sol durante 30 minutos cada día
● Realizar actividad física
● Practicar la relajación
● Evitar las siestas
● Tomar un baño caliente a diario
● Planificar el momento del sueño visualizando una imagen agradable
● Preparar el ambiente: oscuridad, silencio, temperatura fresca (entre 18 y 21 °C), colchón medio y almohada baja
● No beber alcohol
● No exponerse a dispositivos electrónicos audiovisuales
● No realizar comidas abundantes
● No fumar
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