La palabra “Ciberbullying” es una expresión compuesta por dos palabras de origen anglosajón, cyber que deviene de la cibernética y cuya transcripción exacta al español corresponde a espacio virtual; y bullying concepto del que no existe una traducción literal al español, (se encuentra relacionada con la embestida de un toro) pero asocia al de violencia, por lo cual, la reunión de ambos en uno, se comprende como la intimidación y/o maltrato entre niños o adolescentes de ambos sexos y edad similar, condición necesaria para ser considerado el fenómeno como tal a través del espacio virtual.
Dan Olweus fue uno de los primeros en estudiar el fenómeno del bullying y las bases en común entre el bullying y del ciberbullying que son como dos caras de una moneda que tienen en común los mecanismos básicos del maltrato entre pares. Son el mismo fenómeno transmutado, ya que en el ciberbullying se muestra el ejercicio del abuso con tecnologías como los teléfonos móviles e Internet, por medio de sus diferentes modalidades.
El hecho de utilizar los nuevos instrumentos tecnológicos para el acoso escolar no involucra una nueva naturaleza de maltrato, sino un mismo maltrato de una manera más agravante hacia las víctimas.
De la misma manera que en el bullying tradicional, las conductas de ciberbullying surgen de la trama de las relaciones interpersonales que se constituyen entre aquellos estudiantes que comparten espacios comunes, por tanto es muy razonable considerar que la postura de muchos investigadores, sea las de tener en cuenta este fenómeno como una nueva modalidad o subtipo del bullying, una forma de bullying indirecto.
Dos modalidades de ciberbullying
Más allá de esto, corrientes más modernas consideran que existen dos modalidades de ciberbullying: por un lado, aquel que actúa como refuerzo de un bullying ya comenzado en el entorno escolar, y por otro lado aquella forma de acoso entre pares por medio de las nuevas tecnologías que no posee antecedentes.
En la primera modalidad, se comprende ciberbullying como una manera de acosar más sofisticada perfeccionada, por lo general, cuando las formas de acoso tradicionales ya no resultan atrayentes o placenteras. En este caso el ciber agresor es fácilmente determinable, ya que coincide con el hostigador presencial. Los efectos de este ciberbullying se suman a los que ya padece la víctima, de todas maneras, además amplifican e incrementan los daños, dada la apertura mundial y generalización del acoso a través de las páginas web.
No obstante, el ciberbullying puede ser estimado como una nueva manera o subtipo del bullying, el uso de medios electrónicos para agredir hace que este prototipo de acoso tenga aspectos particulares diferentes y propios, especialmente ligados al anonimato del agresor. La mayoría de las oportunidades, el acosador manipula pseudónimos o nombres falsos para hostigar a la víctima. El fingimiento de la identidad hace más fácil, por un lado, la provocación e impunidad del agresor y, por otro, acrecienta el potencial de indefensión de la víctima.
En lo que respecta a las formas de acoso entre iguales que no presentan antecedentes, sin motivo aparente el niño o adolescente comienza a recibir formas de hostigamiento a través de las TICs o Tecnologías de la información y la comunicación En pocas ocasiones, después de un tiempo de recibir este tipo de acoso, el ciber agresor decide completar su obra con una experiencia presencial, dando la cara.
Elementos que comparte con el bullying
El ciberbullying comparte con el bullying tradicional elementos como el desequilibrio de poder, la frecuencia y la intencionalidad, y puede o no ser consecuencia o continuación del bullying escolar. De todas maneras, los daños causados son mayores que en el bullying tradicional, ya que internet asegura el anonimato del agresor convirtiéndolo en una sombra que perturba y destroza con ferocidad la vida de sus pares.
Hay otras características fundamentales del ciberbullying, resumiéndolo como un “acto evidente e intencional de agresión online hacia otra persona". De la misma forma, otros investigadores amplifican estas definiciones encuadrando el rasgo repetitivo en las conductas ciberbullying, estableciendo con ello que la intencionalidad de provocar daño y la reproducción en el tiempo juegan un papel fundamental para distinguir este tipo de comportamiento.
A diferencia de las formas tradicionales de acoso escolar, donde una vez que la víctima llega a su hogar, se aleja del acoso escolar hasta el día siguiente, con el acoso cibernético la víctima puede seguir recibiendo mensajes de texto o correos electrónicos donde sea que se encuentre.
El ciberbullying no conoce de distancias físicas
En el ciberbullying se extienden las distancias, la víctima no tiene por qué ser un compañero de clase o un vecino del barrio, puede ser cualquiera al que se llegue a través de plataformas comunicacionales. El hecho de que la mayoría de los adolescentes se conectan a Internet desde su hogar indica que el acoso en línea puede ser un fenómeno invasivo que puede acosar a una persona incluso cuando no está en la escuela o cerca de ella.
A propósito, la coordinación de un ataque de acoso puede ocurrir con más facilidad porque no está restringida. Por la ubicación física de los acosadores o víctimas. Esto hace también, que el riesgo físico sea menor en el ciberbullying, especialmente, para el sujeto que realiza el embate, ya que se tiene que exponer en un grado mucho menor que realizándolo presencialmente.
Un verdadero ataque de maltrato puede atormentar rápida y efectivamente a una víctima mediante el uso de estas herramientas de comunicación y conectividad. En estos casos quien abusa no tiene necesitad de ser más poderoso, ni fuerte, ni valeroso, ni contar con el consentimiento del grupo, ni estar privilegiado por terceros. En este contexto son enormes las posibles combinaciones, ya que se exige muy pocas condiciones a las partes intervinientes.
Una característica del ciberbullying es la amplitud de la audiencia potencial, por ejemplo, cuando alguien descarga una imagen o videoclip con la intención de avergonzar a la persona que está en el clip, el público que puede ver estos clips o videos pueden ser muy grandes.
6 factores que hacen que cada vez haya más ciberbullying
Hay seis factores por los cuales el ciberbullying se está incrementando en la actualidad:
1) Mayor disponibilidad de nuevas tecnologías.
2) Importancia creciente del espacio virtual en la vida de los individuos como espacio de socialización.
3) Menor apreciación del daño causado que en el bullying, ya que los actores no están en un escenario “cara a cara”.
4) Impresión de impunidad del perseguidor por el anonimato que conlleva a que no se afronte a las represalias de la víctima, o de sus conocidos.
5) La distancia de su propia conciencia que tiene el hostigador del daño que realiza, ya que atribuye ese comportamiento a un personaje o rol personificado de la Red.
6) Las características propias de ciberespacio que provoca la fácil asociación de perseguidores y la fácil reproducción y propagación de contenidos audiovisuales.
Tipos de ciberbullying
Hay una diferencia entre modos de ciberacoso directo e indirecto. Precisa como agresión directa el envío de mensajes dirigidos a otros niños o adolescentes, por el contrario, el acoso indirecto o por encomienda involucra manipular a otras personas para hostigar cibernéticamente a la víctima, ya sea con o sin el discernimiento de estos cómplices.
El hostigamiento indirecto puede ser más perjudicial ya que puede incluir a sujetos adultos en el acoso. La mayoría de las ocasiones, son partícipes no deliberados y no saben que están siendo utilizados por el ciberacosador.Las principales categorías son:
- Hostigamiento o ciberacoso:
Consiste en el envío y difusión de mensajes ofensivos o vulgares que buscan infundir miedo o intimidar. Dentro del hostigamiento se incluye el Stalking, o estalkeo, que es una forma de acecho o persecución, un tipo de acoso que radica en el seguimiento ininterrumpido e intrusivo a una persona con la que se procura comenzar o restablecer un contacto personal contra su voluntad.
- Exclusión social:
Exclusión de forma deliberada y cruel de la víctima de grupos en la red, tanto de redes sociales como de mensajería, por ejemplo, grupos de google, Facebook o WhatsApp. O no dejar participar a la persona de una red social específica o videojuego.
- Violación de la intimidad:
(Outing) Consiste en hablar con alguien sobre secretos o información avergonzarte para luego compartirla en Internet. También robarle información personal y luego viralizarla.
- Juego sucio:
En algunas situaciones se incita a que la propia víctima sea quien divulgue información propia sin conocer el alcance que tendrá la misma. Puede ser tanto difusión de secretos como imágenes de la víctima.
- Suplantación de la identidad:
Consiste en el envío de mensajes maliciosos haciéndose pasar por la víctima, o usar su móvil para increpar a sus amigos, con el fin de mandar información perniciosa, enfrentarlo con sus amistades o de perjudicar su reputación. Para esto se incluye muchas veces el hackeo que es el acto de penetrar o ingresar de modo forzado a un sistema de cómputo o a una red.
- Provocación incendiaria (Flaming):
Hace referencia a una discusión que se inicia, en Internet, y que incrementa el tono de los descalificativos y la agresión con mucha velocidad, como un incendio. Este suele suceder en foros públicos online, donde una víctima es blanco de mensajes inconvenientes que sueles pasar la barrera del instante, convirtiéndose en algo continuo hasta lo que algunos el mismo Willard llama flame war (llama de guerra).
- Denigración:
Enviar o “colgar” en la red rumores sobre otra persona para dañar su reputación o sus amistades. Por ejemplo, fotos de una persona alteradas digitalmente, mayormente de forma que manifieste actitudes sexuales o que puedan damnificar al sujeto en cuestión como fotos transformadas para que se crea que una adolescente está embarazada, comentarios socarrones que se firman en un “cuaderno de opiniones” online en el que se insinúa que una adolescente es sexualmente promiscua, etc. Se incluye asimismo publicar en internet una imagen, video, o los llamados “memes” .Otra forma de denigración es el trolleo donde el ciberbully murmura, difama, desafía, damnifica y amedrenta apelando a la ironía, la burla, el sarcasmo, el humor ácido e incluso la mentira, este puede ejercerse por interés personal o por encargo.
- Persecución:
Envío constante de mensajes desagradables.
- Paliza Feliz (Happy Slapping):
Compuesto por vídeos degradantes que son tomados por un testigo mientras el agresor o un grupo de agresores golpea a su víctima. Luego los testigos o los agresores se encargan de difundirlos a través del móvil o de internet. Algunas bandas de agresores filman sus intimidaciones, acosos, golpes, a sus víctimas a través de sus teléfonos celulares y después lo difunden por Internet. Ya no sólo se complacen acosando, sino que además quieren inmortalizar el acto, y lo que resulta más grave, obtener reconocimiento y respecto con ello.
- Sexting:
Consiste en el envío de videos con contenido sexual de la víctima a un grupo de personas, mencionado con anterioridad.
Más allá de estos ejemplos, las formas que el ciberbullying toma son muy heterogéneas y sólo se hallan restringidas por la destreza tecnológica y la imaginación de los menores acosadores.
Te invitamos a ser parte de esta experiencia utilizando en las redes #Principios2021, #StopBullying2021 #HaceteFuerteDenuncia.
ASESORAMIENTO, DENUNCIAS Y CONSULTAS
● Línea 102. Es un servicio telefónico gratuito que brinda la Secretaría de Niñez y Adolescencia, de orientación sobre la garantía y restitución de los derechos de la infancia en la provincia de Buenos Aires. Funciona las 24 horas, los 365 días el año. Las provincias donde funciona son: ciudad y provincia de Buenos Aires, Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Formosa, Chaco, Misiones,
Corrientes, Entre Ríos, San Juan, Neuquén, Mendoza y Córdoba.
● Equipo niñ@s contra la explotación sexual y grooming:
Línea 0800-222-1717. Es un servicio telefónico gratuito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos las 24 horas, los 365 días del año, en toda Argentina. También por mail a [email protected]
● Programa Las víctimas contra las violencias: Línea 137
Es un servicio telefónico gratuito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos las 24 horas, los 365 días del año, en todo el país.
● Mapa de las Delegaciones de la Fiscalía de Estado:
http://www.fiscalia.gba.gov.ar/delegaciones/map
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