Querida y respetada en su profesión, Karina Gao ha contado en más de una oportunidad a través de su cuenta de Instagram, que es china y que vino a la Argentina con sus padres siendo una nena de 9 años.
La chef, que durante este verano padeció covid y por complicaciones tuvo que permanecer internada varios días, donde de ellos entubada y en coma inducido, está cursando su segundo embarazo -es madre de mellizos- y está felizmente casada con el francés Dominique Croce. Sin embargo, no siempre su vida fue fácil. En esos primeros años de su estadía en nuestro país, pasó momentos duros. Y sufrió bullying en el colegio primario por su origen.
"Cuando llegamos fue difícil. Allá (en China) teníamos casa, y aquí pasamos a vivir en una habitación. Yo no tenía cama, dormía arriba de una cómoda que mis papás encontraron en la calle, y no sabía ni una palabra en español. En el colegio las maestras eran simpáticas, pero el tema de los compañeros fue más complicado. Sufrí mucho bullying y eso fue bastante duro para mí", contó en una entrevista realizada por Musa Argentina.
Interrogada acerca de las razones por las cuales su familia decidió emigrar, la cocinera contó al medio citado: "En ese momento había una promoción migratoria en Argentina. Mi papá había ido a Australia, le había gustado mucho, y le dijeron que era muy parecido a Argentina, le hablaron del ‘uno a uno’ y de que sus paisajes eran muy lindos. Había muy poca información en ese momento".
Y añadió: "Mi papá es muy emprendedor y quería tener algo suyo, y eso en China en ese momento no se podía, era todo del Estado, nos vinimos a Argentina para cambiar nuestros futuros".
Maternidad y revancha
A los 22 años, después de completar sus estudios universitarios, Karina se fue a realizar un máster a Francia, usando una beca que había conseguido. En realidad, pensaba en irse definitivamente del país. "Me fui pensando en que no volvía, pero después de tres años me di cuenta de que me gustaba más Argentina, y volví, y de Francia me traje el novio", dice entre risas.
Una vez de regreso, Karina se casó con su novio francés y poco después quedó embarazada. Sus mellizos nacieron de manera prematura y ella relató que tuvo que dejar de trabajar para estar con ellos. Inquieta, una vez que los bebés empezaron a crecer, pensó en subir a las redes las recetas de los platos infantiles que le hacía a sus hijos. Y la idea fue un éxito. "Comencé a compartiendo lo que le daba de comer a mis chicos en Facebook y pegó muy bien, en esa época había muy poca gente que hacía esto", contó.
Además de Facebook, Karina abrió un canal de YouTube y una cuenta de Instagram, donde hoy la siguen 469 mil personas.
"La respuesta de la gente fue y es muy gratificante. Cuando hacen mis recetas están depositando en mí mucha confianza, y cuando confían en vos siempre es lindo. Además, me están dejando entrar al lugar más apreciado de una casa, que para mí es la cocina. Me siento halagada y contenta”, reveló.
Y también aseguró que de alguna manera, fue su revancha. "Siento que de alguna manera esta es mi revancha. Cuando llegué sufrí un montón de bullying por ser china y hoy hay casi 120.000 mil madres argentinas que me siguen. Como argentina me siento orgullosa, siento que la sociedad evolucionó. Hoy el chino es uno más y me siento orgullosa de haberme quedado”, completó.
Bullying y pandemia
Hace un año atrás, cuando la pandemia recién comenzaba y se hacía mucho hincapié en que el covid había salido de China, no fueron pocos los ciudadanos orientales que fueron acosados solo por su nacionalidad. En ese momento Karina realizó un posteo en su Instagram, ilustrado con una foto propia de cuando era una niña.
"Nunca me imaginé que la historia iba a repetir de alguna manera. Distintos años, distintas provincias, distintos colegios, distintos compañeros, distinta protagonista, pero la misma historia", comenzó su relato. "En marzo, apenas comenzando las clases, una nena llamada Ana, llevó galletitas para compartir en su curso y sus compañeros, no solo lo rechazaron, sino le gritaron: "nos vamos a contagiar de Coronavirus", prosiguió la chef.
"Al comienzo de todo este horrible pandemia, me he levantado la voz para denunciar el bullying contra los chinos: #noSomosVirus, pero hubo personas que en vez de tratar de entender, me queria corregir. Que el bullying es solo en el colegio, que el bullying es solo de un compañero a otro, e insistir que eso es discriminación no es bullying. Pareciera que es lo que más les preocupa es el uso correcto del término que el problema en sí", añadió.
"Justamente porque tanto miramos de costado, tanto justificamos a estos actos horrendos que dejamos de alertarnos de las posibles consecuencias.
Seguramente algún adulto le habían hablado de Coronavirus a estos chicos, Seguramente de algun diario o programa de tele lo han escuchado... Y los chicos son nuestros espejos, nos miran, nos escuchan y nos COPIAN. Los Bullings no nacen solos. Tiene un origen, tiene un adulto que eligió disciminar, o simplemente que decidió naturalizar el asunto. "Ay es una jodita de los chicos". "Ay no te enojes si es una jodita...". Jodita para algunos, puñal en el corazón para otros", completó.
Te invitamos a ser parte de esta experiencia utilizando en las redes #Principios2021, #StopBullying2021 #HaceteFuerteDenuncia.
