Un recurso de renovación sin necesidad de remodelación. La técnica del arch wall es furor en las redes y no para de sumar adeptos. Consiste en elegir una pared del hogar y realizar un arco de color y tamaño a elección.
Su clásico diseño requiere de poca pintura, siendo una opción ideal para aprovechar la que sobró de algún otro proyecto.
Los pasos para poner en marcha esta técnica son similares a los que se siguen para pintar una pared, con la diferencia de que se debe dibujar previamente con lápiz el arco.
Un truco a tener en cuenta es utilizar cinta de pared para su diseño. Esto va a evitar la excedencia en los bordes y ayuda a lograr un resultado lo más perfecto y simétrico posible.
A la hora de utilizar recursos para separar ambientes visualmente, la pintura sectorizada es uno de los más elegidos. También sirve para llamar la atención sobre algún mueble u objeto en particular.
En cuanto a los colores, depende de las preferencias de los dueños de casa: se puede elegir uno que contraste e irrumpa en el ambiente o se puede ir por una opción más clásica siguiendo una paleta de colores.
Los lugares favoritos para aplicar esta tendencia suelen ser los escritorios, rincones especiales, pasillos de entrada y cabeceras de la cama, siendo un gran recurso para habitaciones pequeñas, reemplazando el respaldo de cama y ahorrando así unos 10 cm aproximadamente.
La clave está en dar rienda suelta a la imaginación y animarse a probar esta técnica que es tan simples como efectiva en cuanto es capaz de marcar una gran diferencia en cualquier ambiente.