Conocer tu tipo de pelo y saber cómo se comporta es fundamental para saber cómo cuidarlo. Primero, tené en cuenta que el pelo ondulado puede ser grueso y abundante, pero también fino y escaso. Cualquiera sea tu caso, requiere de cuidados especiales para conservarlo de la mejor manera posible.
Es que, a diferencia del pelo lacio, no está tanto en contacto con el cuero cabelludo, que es donde se encuentran las glándulas sebáceas, responsables de su hidratación natural.
Además, su estructura porosa lo hace más vulnerable a la humedad. Por ello, en ambientes secos tiende a la deshidratación mientras que, cuando hay humedad, suele aparecer el encrespamiento y el extra de volumen, ya que se eriza para intentar captarla.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que sus características curvas provocan que el pelo se enrede con más frecuencia, por lo que, al intentar liberarlo, se pueden producir más roturas.
Partiendo desde aquí te detallamos esta guía de cuidados para tu melena con o, mantengas los siguientes "mandamientos" beauty:
1- Un lavado cuidadoso y con productos específicos
- El lavado del pelo ondulado requiere más paciencia que el de las melenas lacias, aunque una frecuencia menor de limpieza. Hay expertos que recomiendan espaciarlo cada tres días, ya que hacerlo a diario le quita su aceite natural, que es el que aporta brillo e hidratación.
- Algunos recomiendan realizar un paso anterior al lavado, aplicando un aceite o un acondicionador en seco para poder peinarlo, primero con los dedos y después con un peine de púas anchas o con un cepillo antes de lavarlo.
- Es preferible elegir shampoos sin sulfatos, parabenos ni siliconas con el fin de mantener equilibrados los niveles de pH del cuero cabelludo. El pelo con rulos reacciona muy mal a las fórmulas abrasivas que suelen tener la mayoría de los shampoos, que los dejan resecos y con frizz.
- Son recomendables los productos hidratantes con componentes como aceites de argán, coco, jojoba o almendra, manteca de karité, proteínas de seda, queratina o vitamina E.
- Un buen truco es hacer dos aplicaciones, con diferentes fórmulas: primero una que trabaje sobre la piel y retire a conciencia los restos de productos de peinado y, una vez enjuagada, aplicar una segunda mano con una fórmula hidratante para la fibra capilar.
- La temperatura del agua es otro dato fundamental: aunque muchas veces se aconseja lavar el pelo con agua fría, se recomienda hacerlo con agua caliente (no hirviendo) para abrir la cutícula y ayudar a que el acondicionador o mascarilla posterior penetren mejor.
2- Acondicionarlo siempre
Debido a sus peculiaridades, es imposible obviar este paso. Lo esencial es que te centres en las características propias de tu pelo para elegir el acondicionador o mascarilla que mejor se adapten. Las ondas requieren fórmulas con aceites livianos, mientras que un moldeado más intenso solicita un extra de hidratación con, por ejemplo, manteca de karité. La diferencia entre estos productos es el aporte de hidratación: si un acondicionador supone la hidratación de un vaso de agua, la mascarilla equivaldría a cuatro.
Para pelo ondulado, los expertos recomiendan optar por usar máscaras o bien, acondicionadores concentrados con fórmulas que hidraten sin apelmazar. El truco es escurrir muy bien el pelo antes de su aplicación ya que el exceso de agua evita que los activos penetren bien en la fibra capilar.
3- Peinado y secado
Una vez lavado y acondicionado, se retira el exceso de agua haciendo suaves toques con la toalla, sin frotar el pelo. Un muy buen recurso son las toallas de microfibras antifrizz.
Es el momento de desenredarlo para no sacarle la forma al rulo. Hay que descartar todo tipo de cepillos y apostar por peines de dientes anchos, específicos para pelo ondulado, que permiten desenredar, reducir las roturas y mantener la estructura de la onda.
Respecto al secado, lo ideal es dejar que la humedad se evapore de forma natural tras haber aplicado una loción que permita dar más definición mientras hidrata y texturiza. Un gesto que ayuda es que mientras lo secás, hagas movimientos de abajo hacia arriba, como si se lo amasaras, con el fin de que vaya tomando forma.
Para una terminación más voluminosa, podés ayudarte con un secador con difusor y utilizarlo boca abajo, marcando la parte superior del pelo y definir los mechones que enmarcan el rostro con una buclera.
4- No cualquier fórmula de styling
Con los productos de peinado se puede lograr que la onda no quede enmarañada o desestructurada. Lo ideal es encontrar el punto perfecto en el que el pelo no se deshidrate, ni tampoco quede pesado por exceso de hidratación, ya que esto hace que pierda la forma.
Para ello podemos alternar el uso de una loción hidratante con un spray de definición, para nutrir y tonificar sin gastar demasiado producto.
El consejo final: evitá tocarte el pelo, ya que el peor enemigo de los rulos son los dedos haciendo de peine.