El origen del tejido tartán tal y como lo conocemos en la actualidad se remonta a principios del siglo XVI en Escocia. Con el tiempo fue consolidándose como un símbolo aristócrata británico hasta que en 1970 el movimiento juvenil punk lo adoptó.
Hoy ya se instaló en el guardarropas femenino imprimiendo todas las prendas de la temporada, blazer, pantalones y camisas entre otras.
Debora Plager, una de las estrellas de La Academia, adoptó los cuadros para un look que se volvió un uniforme de trabajo: el traje de saco y pantalón.
La periodista eligió un dos piezas de blazer entallado y un pantalón al cuerpo y lo combinó con un top elastizado de cuero ecológico.
Un propuesta audaz, sexy y también, porque no, nocturna.
Trajes con esencia británica
La moda cambia todas las temporadas pero los cuadros llegaron para quedarse.
Un traje a cuadros es una de las mejores inversiones que podemos hacer ya que se pueden usar las piezas juntas o por separado.
Estos trajes aceptan combinarse con camisas, remeras básicas y tops y por su poder camaleónico logran adaptarse al estilo de cada una.
Zapatillas, stilettos o mules logran las siluetas más cancheras y estilosas.