Laurita Fernández hizo esta tarde su debut triunfal como conductora en El Trece con El Club de las Divorciadas, el programa que propone poner en pantalla el drama por el que pasan miles de mujeres en estos traumáticos procesos e invita a conocer la forma en la que salieron adelante. Uno de los primeros testimonios impactantes fue el de Magalí Mora, una modelo mediática que estuvo relacionada con Leonardo Fariña, y que en este momento atraviesa su cuarto mes de embarazo mientras su ex pareja no se quiere hacer cargo del mismo.
“Mi nombre es Magali Mora, tengo 29 años, estuve dos años en pareja, y me separé...y bueno, estoy embarazada”: así fue su presentación ante las cámaras. La relación con esta persona comenzó en la ciudad de Pinamar. Desde el minuto las cosas fluyeron hasta que descubrió que tenía un atraso.
"En el momento fue un desborde de emociones porque no me lo esperaba, no sabía cómo decírselo porque estábamos peleados. Él vino a mi casa y no lo quería aceptar, no lo creía. Yo no estoy en contra del aborto, pero yo no sabía qué hacer”, recordó. Eran inseparables… hasta que ella confirmó la noticia y él le dijo que, si decidía continuar con la gestación, la dejaba. Eso pasó. De esa forma, con total frialdad, se alejó de su vida.
El último encuentro que tuvo con su ex novio fue en el marco de la ecografía. También estuvieron sus ex suegros. En ese momento le pidió que se haga un aborto. En el consultorio médico, el joven escuchó los latidos del bebé. "Yo escuché los latidos y sentí que lo tenía que tener. Luego de la muerte de mi padre tuve un año muy difícil y sentía que el bebé me lo había mandado mi papá. Yo no quería abortar y le dije que lo iba a tener”, continuó. “Él no es una persona que quiero conmigo porque me hizo mucho daño”, confió.
Lo cierto que, a todo esto, también intentó imponer un cambio en su vida: quería que deje ese rol de femme fatale que la llevó a la fama con un claro hostigamiento psicológico. “Él no quería que fuera Magalí Mora. El me conoció siendo tapa de Playboy, subiendo las fotos que subo a Instagram, que es mi trabajo. Quería que, de golpe, fuera una señora de su casa. Me limitaba las fotos, tenía que consultarle que subir y que no”, relató.
