En el día del padre, Carlos Baute sorprendió a sus seguidores de Instagram con la noticia de haber reconocido a su hijo José Daniel Arellán, de 33 años y notable parecido físico con el cantante.
José Daniel fue fruto de una relación que tuvo Baute con Nallera Zeriman Arellán Castillo cuando tenían apenas 15 y 13 años respectivamente. Luego de una larga lucha en tribunales, por fin el joven logró que su padre lo reconociera y lo presentara en sociedad como su hijo mayor.
"Celebrando hoy el día del padre, les comparto esta foto que me hace inmensamente feliz", escribió Baute junto a una foto donde se lo ve junto a José Daniel. "Después de tantos malentendidos por ambas partes, José Daniel y yo tenemos la relación padre e hijo que debió haber sido desde siempre", agregó.
Y luego le pidió perdón a su hijo por los errores cometidos. "Te pido perdón por mis errores y de ahora en adelante vamos a recuperar el tiempo perdido. Te quiero hijo", continuó el cantante, que también agradeció a su esposa Astrid Klisans, con quien tiene tres hijos, "por el apoyo incondicional".
La noticia que Baute tenía un hijo no reconocido surgió en 2012, cuando José Daniel se presentó ante la justicia de España, reclamando la paternidad. En ese momento hubo un fallo favorable y las partes lograron acercamiento, sin embargo el joven volvió a recurrir a los Tribunales para que su padre le pasara una pensión por alimentos de 900 euros al mes durante 5 años, a lo que Baute se negó. En 2016 José perdió esa demanda y llegó a declarar que "sentía vergüenza de que el cantante fuera su padre".
Luego, para poder subsistir Arellán trabajó en una estación de servicio en España, adonde se mudó siguiendo a una novia. “Ruego a mi padre que me ayude, tiene una solvencia económica suficiente como para hacerlo”, declaró hace un año al medio español La Razón.
“No pretendo que me mantenga para siempre, pero en estos momentos lo necesito. Es un acto humano. Quiero que se dé cuenta de que lo estoy pasando muy mal”, agregó en ese momento. En junio de 2020 volvió a acudir a tribunales para solicitarle a su padre una pensión de 1.400 euros mensuales y el reencuentro entre ambos se logró poco después.
Fernando Osuna, abogado de José Daniel, comentó al respecto: “Paralizaron la parte legal en el momento en que llegaron a un pacto. Era absurdo mantener un litigio donde había posibilidades de una reconciliación. Hablamos durante un tiempo y finalmente la demanda se archivó”.
Y agregó: “Es una historia muy bonita que debe servir de ejemplo para muchos otros casos. Él no quiere nada, él lo único que quiere es el cariño de su padre y si le puede ayudar económicamente como cualquier padre que le ayude, y si no, pues no. José Daniel es un hombre encantador que ha vivido una infancia muy dura. A ver si todo esto sirve de modelo, de paradigma, para que muchos padres y muchos hijos consigan tener esa relación”.