La entrevista con Diego Ramos se realizó varios días después de la producción de fotos así que, claro, fue inevitable comenzar el reportaje hablando del desnudo que protagonizó el actor en el Book de la Semana. Sin embargo, y mientras toma un café, muy distendido, él le quita importancia al tema y asegura que es sólo "una foto más" pero aclara entre risas: "eso sí: muy bien sacada por el fotógrafo… ¡No quiero restarle mérito!".
-La producción comenzó con vos completamente vestido, ¿cómo llegaron al momento del desnudo?
-La verdad es que la idea de la producción siempre fue que estuviera vestido y, es más, Ale (García, productor del Book) me propuso correrme un poco de mi lugar de actor y posar como modelo y me encantó la idea de jugar con eso. Cuando llegamos al final de la sesión hablamos de hacer un pequeño homenaje a esa imagen icónica de Ives Saint Laurent desnudo -un retrato del diseñador, que utilizó para promocionar su perfume, en el año 1971- y eso fue lo que hicimos. Te aclaro: primero me puse un suspensor pero me ajustaba un poco la cintura así que me lo saqué y listo: quedé desnudo. Pero es una foto muy linda en la que no se ve absolutamente nada.
-¿Te sentiste cómodo en el momento de la toma?
-Re cómodo. Muy genios los dos: Ale (García) y Chris (Beliera). Un placer trabajar con gente así.
-Supongo que nos sos una persona pudorosa.
-Noooo… Cero. Vos imaginate que hago una obra de teatro como Sex, todos los sábados, y ahí también hago un desnudo así que, para mí, es algo absolutamente natural.
El alimento como nutriente
-¿Te cuidás con las comidas? ¿Hacés una dieta muy estricta?
-Me cuido mucho en las comidas pero no es una cuestión de dieta -porque no me privo de nada- sino que pasa por un cambio de hábito en mi alimentación que comencé hace ya más de 20 años años con un excelente nutricionista. Esta transformación implicó empezar a cocinar más en casa o elegir bien dónde comer: si voy a un restaurante elijo un lugar donde se cocine en forma saludable, con buenos ingredientes y poca grasa. Por otra parte, soy celíaco así que ya hay muchos platos que evito y tengo una gran ventaja: no soy amante de lo dulce.
-¿Nunca te tentás con un rico postre?
-¿Sabés que no? ¡Me gusta más lo salado! Yo tengo una relación particular con la comida porque para mí no es un lujo ni un placer: yo como para nutrirme. Es como ponerle nafta al auto, ¿entendés? ¡Puedo comer todos los días lo mismo y no me molesta! A mí con una pechuga, un omelette, arroz o una papa hervida me arreglás. Eso sí, no creo en los sacrificios así que, si un día estoy antojado de algo en especial -que puede pasar- lo como sin culpa alguna y lo disfruto muchísimo.
-Supongo que también entrenás a full
-Sí, de lunes a sábado. Empezó como algo medio frívolo y superficial -¿quién no quiere verse bien?- y hoy, tanto el entrenamiento como esta alimentación sana que tengo, pasó a ser como un estilo de vida que tiene más que ver con la salud que con lo estético. Yo soy un convencido de que es importante tener cierto orden para sentirte bien.
Un amante del espíritu de superación
-Sé que sos fan de los realities shows… ¿Pudiste ver Masterchef Celebrity?
-Es verdad, soy fan de los realities y, de hecho, conduje uno en Colombia y ahora estoy a cargo de otro que se llama "Todo se transforma" (por discovery home and health) en el que realizamos transformaciones de casas . ¡Amo este formato! Me gusta la idea de que tengas que aprender a hacer algo -como cocinar, por ejemplo- y toda la cuestión de superación que eso genera: disfruto cuando los participantes van avanzando y se empieza a notar cuáles son los que estudian mientras descubrís quienes se tiran más a chantas. En esta última versión me hubiera encantado que ganara María O´Donnell porque la adoro y sé lo mucho que se esforzaba en cada preparación.
-Pensé que eras más team Claudia Fontán porque sé que son amigos…
-Bueno, ahora te iba a aclarar eso: mis favoritas eran ellas tres María (O´Donnell), la Gunda (Claudia Fontán) y Georgina (Barbarossa). Las quiero mucho a las tres. Yo miraba los platos que ellas presentaban y no podía creer lo mucho que aprendían, cómo se superaban gala a gala. Más allá del programa de aquí, yo te miro Masterchef desde que la época en que lo conducía Gordon Ramsay, ¿eh?
-¿Te gustaría que te convocaran para Masterchef Celebrity 3?
-Y… No. Como te dije antes: cocino muy básico. Ojo, hago algunos platos elaborados pero no sé si estoy para un certamen tan exigente.
Otra forma de comunicarse con el público
-¿Querés volver a hacer ficción?
-Me gustaría... Pero la realidad es que grabar ficción ocupa muchas horas de tu día y yo hace años que dirijo musicales, empecé a conducir, a trabajar de panelista, hago radio y le tomé el gusto a esta nueva forma de comunicar que es más libre, sin un texto escrito por otra persona. Pero obvio: si mañana me ofrecen un personaje lindo, lo acepto.
-Yo te recuerdo mucho como Patricio Arenas Telechea, el amigo de Mara Brunetta en Educando a Nina.
-¡Patricio era muy divertido! Yo también lo recuerdo con cariño porque fue un programa genial, un elenco de actores talentosos con el que era un placer ir a grabar todos los días. Ahora veo los tik toks de la gente -con textos de esos personajes- y me muero de risa. Cuando alguien repite frases que dijo un personaje tuyo es muy hermoso y no lo podés creer porque sentís que son cosas que sólo le pasan a (Guillermo) Francella. (Se ríe)
-Este año participaste de TV Nostra, el programa que condujo Jorge Rial y que él mismo decidió levantar a sólo dos meses de estar al aire… ¿Te quedó una sensación amarga de ese proyecto?
-No sé si esa es la palabra… Lo que sí sentí fue un sacudón por la forma en que me enteré que terminaba: me avisaron sólo unas horas antes del último programa. La realidad es que -al menos cuando me convocaron a mí- la idea era hacer un show televisivo y humorístico y fue girando hacia lo político con mucha actualidad. Entonces, volver al humor, era como imposible. A eso sumale que la cabeza del equipo -con total sinceridad- asumió que el programa lo pasó por encima… Los que acompañábamos, ¿qué podíamos hacer?
-Leí que no volviste a hablar con Jorge Rial luego de que terminara el programa.
-Es verdad. Pero no es que no hablé con él porque estoy enojado o hubo una pelea entre nosotros: fuimos buenos compañeros de trabajo pero no somos amigos. O sea: no hablé más con él porque tampoco hablaba antes de TV Nostra. A lo mejor titularon así para generar ruido pero no hay mucho más que eso. Yo te aclaro que, durante los dos meses que duró el programa, lo vi muy angusitado a (Jorge) Rial, preocupado por el covid, con miedo: creo que lo pasó mal en serio.
Pulcro y ordenado pero no obsesivo
- ¿Cómo te llevaste con la cuarentena? ¿Sufriste mucho el encierro?
-Noooo… ¡Nada! Si hay algo que no sufrí fue yo fue el encierro porque soy la persona más hogareña del mundo. O sea: entiendo perfecto a la gente que le costó dejar de salir, ir a comer afuera, a bailar a lo que sea pero a mi no me pasó porque yo soy feliz en mi casa, con mis perros y limpiando y ordenando todo. Es más: disfruto de las tareas domésticas, hago todo yo y jamás me canso. Mi última actividad del día, por la noche y antes de irme a dormir, es pasar bien el trapo y ahí, cuando veo todo impecable, siento una gran satisfacción.
-¿Sos de los que jamás deja un plato sucio a la noche y lo lava al otro día?
-A ver: yo soy muy metódico y eso implica que siempre lavo los platos después de comer, nunca dejo uno secándose: guardo todo antes de irme a dormir y, cuando me levanto temprano a la mañana, me encanta ver la casa en orden. Pero no me gustan los extremos. Entonces, si un día, por el motivo que sea, quiero irme a dormir con la cocina hecha un lío, lo hago. Me lo permito y no estoy histérico pensando en que no lavé los platos
-¿Te gusta recibir gente en tu casa? ¿Sos un buen anfitrión?
-Sí, muy: me encanta que venga gente y se sienta cómoda. De hecho, puedo sonar como un obsesivo de la limpieza pero te juro que no lo soy: cuando invito amigos a casa ya saben que pueden estar tranquilos, relajados y, que si queda todo hecho un quilombo, luego yo ordeno y limpio todo pero sin apuro ni exigencias.
La falsa ilusión de un mundo mejor
- Podemos decir, entonces, que no sos de los quedó traumatizado por la pandemia.
-No, no, tampoco es así: todo lo que transitamos el año pasado -y seguimos viviendo ahora, en el 2021- fue horrible y, recién ahora que me pude vacunar estoy un poco más tranquilo. Pero… ¿Viste que al principio creíamos que íbamos a salir mejores de esta pandemia y estábamos con ese discurso optimista? Bueno, pienso que ahora todos nos dimos cuenta que no es así. Esto es más o menos igual que cuándo íbamos al campamento de la secundaria y, en ese momento, te abrazabas con el que siempre te puteabas en el colegio y hasta sentías que ahí era tu mejor amigo.
-Después regresabas a la escuela y todo volvía a la normalidad: te llevabas bien con tus amigos y mal con otros compañeros
-Exacto. Es así. El año pasado vivimos una época de campamento en el que creímos que íbamos a salir mejores de esta crisis y hoy ya aceptamos que no es así. En el 2020 sentimos que todo se acababa, que había llegado el fin del mundo y -si bien murió mucha gente y la pandemia fue/es una gran tragedia- ahora sabemos que, de una manera u otra, estamos saliendo de a poco a flote y esa ilusión de paz, armonía y conciliación se acabó por completo.
-¿Extrañás viajar?
-Sí, claro…. ¡Eso sí lo extraño! Pero te aclaro: fui muy viajero y hoy puedo vivir tranquilamente sin moverme tanto. No es que necesito, sí o sí, tomarme vacaciones para descansar porque, como te decía antes, disfruto mucho de estar en mi casa. Pero, si tuviera que pensar un destino hoy, creo que elegiría Nueva York porque a mi me gusta mucho ver teatro y esa es LA ciudad de las grandes obras. Así que, supongo, que cuando tenga dinero y la situación se acomode, ese será mi primer destino.
Una puerta que se abrió inesperadamente
-En Para Ti somos adoramos las historias de amor y nos gustaría saber cómo conociste a Mauro Cernadas, tu pareja desde hace 3 años
-No, no, me da mucha vergüenza contar eso y te aclaro: es una historia de amor de los más común (se ríe). Yo siempre fui muy discreto con mi vida personal pero esa puerta, la de mi intimidad, se abrió el año pasado en un programa -PH, podemos hablar- en el que prácticamente me obligaron a hablar. Ojo, fue todo con mucho amor pero me pusieron contra la pared y bueno, tuve que contar cosas que jamás había relatado.
-O sea que no hay chances de que nos cuentes, al menos, cómo conociste a Mauro...
-Es que si hoy te cuento cómo lo conocí el día de mañana, si me separo, también te lo tengo que contar y es algo que prefiero evitar. Yo siempre disfruté de mi vida como quise, libremente y a la luz del día, sin esconderme de nadie pero nunca necesité hablar en los medios de mi intimidad o mi pareja porque no me siento cómodo en ese lugar. Lo que sí te puedo decir es que estoy muy bien y feliz.
-¿Te gustaría ser papá?
-Yo soy muy padrazo, muy protector así que la idea me gusta y hasta pensé en adoptar a una niña o un niño más grande (no necesariamente un bebé recién nacido) pero la verdad -y no quiero que suene desesperanzador- vi tanta gente que, en el proceso, lo pasó mal, se desilusionó y tardó tanto tiempo en lograr la adopción que prefiero seguir dándole mi amor a mis sobrinos y a los hijos de mis amigos.
-A lo mejor es un proyecto para otro momento de tu vida, tiempo tenés…
-Sí, puede ser porque yo siempre fantaseé con la idea de ser padre. Pero la verdad es que hoy es un plan descartado. También suelo pensar: si puedo vivir lo más bien sin ser padre a lo mejor era sólo eso, una fantasía y no algo que, realmente, necesitaba o deseaba tanto.
-¿Sentís que tenés asignaturas pendientes en tu vida?
-No, no muchas pero porque siento que tengo mucha vida por delante… ¡Espero! (Se ríe) Y creo que voy a poder concretar todos los proyectos que tengo en mente. Igual, soy una persona que vive mucho el presente, no soy un arquitecto de mi vida que planea meticulosamente cada paso que da. Voy eligiendo lo que quiero hacer en el momento y según lo que se presente.
Fotos: Chris Beliera
Estilismo: Alejandro García
Maquillaje: Elizabeth Flecha para Sebastián Corea Estudio con productos Givenchy.
Armado de tapa, gif y retoque digital: Gustavo Ramírez
Peinado: Elizabteh Flecha para Sebastián Corea Estudio con productos Schwarzkopf
Asistente de fotografía: Verónica Lorizio
Ropa: Raimondi, Gisso y Terrible Enfant